El pollo al curry es un plato ya clásico del que existen infinidad de versiones, incluyendo elaboraciones exprés como nuestra receta en diez minutos. En este caso nos dirigimos a la zona este del continente africano para chuparnos los dedos con un plato de kuku paka, una especie de receta fusión entre la cocina africana e india, que además se puede cocinar aprovechando una barbacoa o parrilla.
Según leemos en la fuente original de esta versión concreta, tradicionalmente este plato se prepara dorando las piezas de pollo sobre brasas para terminar la cocción con la suculenta salsa, pero se puede adaptar también a una cocina de interior usando una plancha corriente, la sartén o el horno.
Puedes usar los cortes de pollo que prefieras, incluso simples pechugas limpias de piel y hueso, cortadas en dados, para una versión más magra y fácil de comer. Los muslos y contramuslos sin deshuesar y con la piel bien marcada son mucho más sabrosos, y desde luego son la opción ideal si vamos a cocinarlos a la barbacoa.
La receta de la salsa, que se prepara primero separada de la carne, se puede aplicar a otras carnes más de guisar, a un pescado de carne firme o langostinos, o a versiones vegetarianas con tofu, soja texturizada gruesa, seitán o tempeh. Si no te quieres complicar la vida con la mezcla de especias, usa 1 cucharada colmada de mezcla de curry (o más) ya preparada.
Triturar el tomate, la cebolla, los ajos, el jengibre, el chile, las especias y el zumo de medio limón con una pizca de sal hasta obtener una pasta. Disponer el pollo en una fuente y embadurnar con parte de esta mezcla por todas partes. Tapar y dejar marinar en la nevera al menos 30 minutos.
Calentar en una cazuela dos o tres cucharadas de aceite y añadir el resto de la pasta preparada, removiendo bien, hasta que empiece a soltar aroma y burbujear ligeramente. Añadir un poco de sal y cocinar a fuego medio unos minutos hasta que se reduzca el líquido, unos 10-15 minutos.
Incorporar la leche de coco, remover y dejar cocer a fuego suave sin que hierva a borbotones, removiendo de vez en cuando. Mientras tanto, sacar el pollo de la nevera, retirar ligeramente el marinado y dorar sobre brasas, a la plancha o bajo el grill de horno, dejando que coja buen color y se caramelice un poco la piel.
Añadir el pollo a la cazuela de salsa de curry y cocinar el conjunto unos 10-15 minutos más o hasta que reduzca y el pollo esté bien cocinado por dentro. Servir con el cilantro fresco y zumo de limón extra.
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Con qué acompañar el pollo en salsa kuku paka
Este tipo de salsas especiadas que bañan la carne de ave piden una guarnición de arroz de grano suelto y aromático, como el basmati o alguna variedad tipo jazmín o thai, aunque también le iría bien el integral u otro grano, como cuscús o quinoa. Podemos completar el menú con un primer plato también de aire africano, como la ensalada slaai de aguacate y cacahuetes.
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