Embutido estrella de la cocina catalana, la butifarra blanca se puede preparar cocida, estofada, al horno, a la parrilla, a la plancha y siempre está rica. En este caso he apostado por una butifarra blanca cocida en sartén, en su propia guarnición, durante un tiempo muy corto.
La butifarra blanca es un embutido que no tiene ningún misterio ni a la hora de cocinar ni a la hora de comer. Su color se debe al poco uso de aderezos, pimienta y algunas hierbas aromáticas, y a no utilizarse pimentón o sangre en su elaboración.
Se trata de un plato sencillo que demuestra que, para comer bien y rico, no hace falta complicarse en la cocina. Es una receta fácil y perfecta para solucionar una comida o una cena. Quienes quieran un plato más contundente, solo tenéis que acompañarla de uno o dos huevos fritos.
Rallamos los dientes de ajo y picamos la cebolla en juliana fina. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia y los pochamos a fuego suave, con un pellizco de sal, durante 15-20 minutos o hasta que estén bien tiernos.
Mientras tanto lavamos y despepitamos el pimiento verde y lo cortamos en juliana o tiras finas. Lo agregamos a la sartén y continuamos pochando las verduras unos minutos más. Condimentamos con sal, pimienta negra molida, una pizca de canela otra de nuez moscada, una hoja de laurel y unas ramas de tomillo fresco. Regamos con el vino blanco, subimos el fuego y dejamos que se evapore.
Incorporamos la butifarra, cortada en discos de un centímetro (aprox), tapamos la sartén y, nuevamente a fuego suave, cocemos la butifarra durante un minuto -lo suficiente para que se cueza ligeramente y tome temperatura-. Servimos inmediatamente con abundante pan y, si lo deseamos, un par de huevos fritos.
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Con qué acompañar el butifarra blanca con cebolla confitada y pimiento
A una ración de butifarra blanca con cebolla confitada y pimiento le viene muy bien uno o dos huevos fritos a su vera, para redondear la jugada y convertirlo en plato único. Buen pan para mojar en los jugos de la cebolla y el pimiento y listo. No se necesita más.
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