Receta de cordero al ajillo: cómo bordar este plato tradicional, fácil de hacer y lleno de sabor

¡Gracias!
3 votos

Cuánto nos gustan las recetas de guisos tradicionales. El plato que hoy nos ocupa, la receta de cordero al ajillo es una elaboración muy sencilla que siempre deja satisfecho a quien lo prepara y a los comensales que lo disfrutan.

Como ocurre en el caso del pollo al ajillo, es una receta que se basa en aromatizar aceite friendo unos ajos laminados, dorar después en ese aceite las piezas de carne y finalmente, desglasar con un poco de vino blanco para conseguir una salsa aromática y con mucha sustancia para que la carne quede melosa en su parte exterior conservando a la vez su mordida crujiente.

El resultado de esta receta mejora con la carne de cordero, ya que ésta es más jugosa que el pollo, y podemos conseguir un contraste de exterior crujiente y un interior más jugoso sin que se nos reseque por exceso de dorado. A continuación os damos las claves para que os salga perfecto.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Cabeza de ajos 1
  • Pierna de cordero (pediremos al carnicero que nos la trocee) 1
  • Aceite de oliva virgen extra 8 cucharadas soperas
  • Harina de trigo una cucharada sopera
  • Vino blanco 200 ml
  • Sal al gusto

Cómo hacer cordero al ajillo

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 30 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 20 m

Comenzamos repasando el trabajo del carnicero para cortar los trozos en porciones más pequeñas, para conseguir que sean fáciles de comer. Los sazonamos al gusto y reservamos. Mientras tanto, ponemos el aceite de oliva a calentar en una cacerola baja. Fileteamos los ajos y reservamos uno para freír entero encamisado, ya que luego le utilizaremos para la presentación del plato.

Doramos los ajos teniendo cuidado de que no se nos quemen, ya que amargarían. Retiramos los ajos y los reservamos para más adelante. En la misma cazuela con el aceite aromatizado del ajo, ponemos los trozos de cordero y dejamos que se doren a fuego vivo. Aunque al principio parezca que no caben, poco a poco irán encontrando su hueco al ir mermando.

Cuando empiecen a tomar color, los espolvoreamos con un poco de harina y los damos la vuelta, espolvoreando también la otra parte. Removemos y vigilamos para evitar que se nos quemen, ya que con la harina se acelerará su dorado. Sacamos la carne y reservamos. Incorporamos la mitad del vino, y desglasamos el fondo de la cacerola.

Reincorporamos la carne de cordero, agregamos el resto del vino y metemos también en la cazuela los ajos que teníamos reservados y unas ramitas de tomillo. Damos movimientos circulares a la cacerola agarrándola con las asas mientras se va reduciendo el líquido y las tajadas de carne se van impregnando con su aroma. Servimos en una fuente de barro y llevamos a la mesa inmediatamente para que se pueda comer bien caliente.

¡Gracias!
3 votos

Con qué acompañar el cordero al ajillo

Para acompañar nuestra receta de cordero al ajillo, puedes preparar una ensalada que ayude a aligerar el plato, o si lo prefieres, servir la carne con unas patatas fritas. Además es conveniente contar con un buen pan para disfrutar de la salsa.

En DAP | Bocadillo de filetes de pierna de cordero
En DAP | Guiso de pierna de cordero deshuesada a la cerveza

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios

Portada de Directo al Paladar