Una de las formas de comer pollo que más repito en casa es la receta de pollo con tomate de mi abuela, que hoy he querido versionar preparando una deliciosa receta de albóndigas de pollo con tomate que seguro os va a gustar.
La receta es muy fácil de hacer y está lista en 30 minutos por lo que la podéis preparar para hoy mismo. Además de reciente, este plato resulta excelente también para llevar al trabajo en un tupper ya que como todos los guisos, mejora de un día para otro.
Ingredientes
- Carne picada de pollo 500
- Diente de ajo 1
- Perejil fresco una rama
- Huevo 1
- Pan de molde una rebanada humedecida en leche
- Harina de trigo
- Cebolla 1
- Salsa de tomate
Cómo hacer albóndigas de pollo con tomate
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 20 m
La receta de albóndigas de pollo con tomate cambia muchísimo si utilizas un tomate frito casero o si la preparas utilizando salsa de tomate comercial, pero en caso de emergencia, puedes adelantar mucho tiempo si usas alguna salsa de tomate que sea de tu gusto o del de tu familia.
Para formar las albóndigas, mezclamos en un bol la carne de la pechuga de pollo con el huevo, el pan de molde y el ajo y perejil muy picados, trabajando la mezcla con un tenedor hasta tenerla homogénea. Seguidamente, ponemos un poco de harina en una taza de café y vamos echando pegotes de la mezcla y haciéndolos saltar con pequeños movimientos para obtener unas albóndigas cubiertas de harina.
Freímos las albóndigas de pollo en una sartén con un poco de aceite de oliva y según salen las vamos colocando en la cazuela donde vamos a terminar la receta, en la que habremos pochado previamente la cebolla muy picada con una puntita de harina.
Cuando terminamos de formar y freír las albóndigas y las tenemos en la cazuela con la cebolla, añadimos sobre ellas nuestra salsa de tomate frito casera, llevamos a ebullición y dejamos que las albóndigas cuezan tapadas durante 5 minutos, removiendo la salsa y las albóndigas y rematando con 3 minutos más.
Si queréis, podéis añadir un chorreón de vino blanco o medio vaso de cerveza a la salsa, cociendo en ese caso las albóndigas destapadas, para que el líquido extra se evapore, -y de paso el alcohol-, obteniendo una salsa de tomate igual de espesa pero con un extra de sabor.
Con qué acompañar las albóndigas de pollo
Como todas las recetas de guisos, la receta de albóndigas con tomate mejora de un día para otro. Podéis hacerla acompañada de arroz blanco y obtendréis un delicioso plato que también podéis llevar al trabajo o a la universidad en tupper, porque se recalienta estupendamente.
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