Mira que se las trae el nombre. Las frikadellen, las deliciosas hamburguesas alemanas especiadas, las encontraréis a veces con el nombre de frikadeller o incluso castellanizado como fricadeles. Incluso en Dinamarca se conocen con el nombre de frikadelas. Pero se llamen como se llamen, estas porciones de carne especiada están deliciosas, así que me he animado a prepararlas.
Hay varias recetas para hacer las frikadellen que, como veréis, se parecen bastante a nuestros filetes rusos. En general todas coinciden en usar una mezcla de carne de ternera y huevo, añadir una mezcla de especias alemanas que básicamente se compone de pimienta negra, nuez moscada y mejorana en polvo. Una vez formadas, se pueden hacer fritas o como a mí más me gustan, cocinadas en el horno a la plancha sin nada de grasa, y ya veis qué pinta tan deliciosa tienen.
Para hacer estas hamburguesas el proceso es muy sencillo. Basta con mezclar los ingredientes en un bol, trabajándolos con un tenedor hasta obtener una mezcla homogénea de carne picada. Cubrimos la mezcla con film de cocina y dejamos reposar dentro de la nevera durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, dividimos la mezcla en 6 partes y formamos 6 bolas como si estuviéramos haciendo albóndigas grandes. Con la palma de la mano las aplanamos un poco dándoles forma ovalada y las ponemos sobre la fuente de horno o plancha en la que las vamos a cocinar dejando cierta separación entre unas y otras.
Si se hacen en el horno, quedan especialmente buenas porque no es necesario utilizar nada de grasa y los jugos se quedan en el interior obteniéndose como resultado unas frikadellen muy sabrosas debido a las especias y muy jugosas en su interior.
Para cocinarlas basta ponerlas en el horno durante 8 minutos por un lado y otros 4 por el otro a una temperatura de 180ºC Seguro que su sabor especial y el ligero sabor de la mostaza antigua, os encantará.
Con qué acompañar las frikadellen o hamburguesas alemanas
Las frikadellen alemanas son estupendas para comer recién hechas, acompañadas de salsas de mostaza o barbacoa, o con un aliño de chimichurri.
Lo habitual es presentarlas con patatas fritas crujientes o una ensalada de patata alemana y a diferencia de las hamburguesas, se suelen comer sin pan. Seguro que os gustará probarlas. De todas maneras, en frío también están deliciosas por lo que son una buena opción para picnic o para llevar a comer al trabajo o a la universidad.
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