Parece que la cocina persa será la próxima en ponerse de moda, aunque en cierta manera ya se ve mucho en recetas por la red, sobre todo con el auge de las gastronomías de Oriente Próximo y Oriente Medio. Esta receta de pollo al estilo persa es una de mis primeras aproximaciones a una cultura culinaria que cada vez me atrae más.
Muchas especias y frutos secos son la clave de este estupendo plato de pollo que recomiendo acompañar de arroz de grano largo. Es la guarnición más habitual en la cocina de tradición persa, aunque se cocina de formas diferentes, y aunque podemos emplear otros ingredientes de acompañamiento, creo que es la combinación ideal para aprovechar la deliciosa salsa.
Ingredientes
- Muslos de pollo 4
- Cebolleta 1
- Diente de ajo 1
- Canela en rama 1
- Tomate o 3 cucharadas de tomate triturado 1
- Azafrán una pizca
- Comino molido 1/2 cucharadita
- Dátiles 4
- Orejones 4
- Uvas pasas sultanas un puñado (o de corinto)
- Caldo de pollo o agua 220 ml
- Limón 1
- Almendras laminadas un puñado
- Cebollino
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer pollo al estilo persa
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 35 m
Retirar los posibles excesos de grasa y plumas del pollo. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén amplia y dorar los jamoncitos bien por ambas caras. Salpimentar y retirar. En el mismo aceite, pochar la cebolleta picada con el diente de ajo laminado y la rama de canela.
Pasados 5 minutos, añadir el tomate, el azafrán y el comino molido. Dar unas vueltas e incorporar los dátiles sin hueso, los orejones y las pasas. Devolver el pollo a la sartén, cubrir con el agua o caldo, llevar a ebullición, tapar y bajar el fuego. Dejar cocer durante 30 minutos.
Destapar, añadir la ralladura del limón y 1 cucharada de zumo, y dejar cocinar unos 5 minutos más, hasta que reduzca bien la salsa. Retirar la rama de canela y servir con cebollino picado y un puñado de almendras.
Con qué acompañar el pollo persa
Los sabores de este plato de pollo al estilo persa se potencian si se deja reposar un tiempo, aunque es mejor servir las almendras, ligeramente tostadas, en el momento en que lo vayamos a consumir, para conservar su textura crujiente. El arroz de guarnición puede ser simplemente cocido, dejando el grano suelto, o aromatizado con especias o un poco de mantequilla.
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