Si tienes en la nevera un pollo troceado y quieres preparar un plato diferente a los habituales guisos de pollo, como el pollo con tomate y cerveza o el pollo a la sidra, hoy te proponemos una receta muy sabrosa: el pollo a la diabla con la que disfrutarás tanto de la carne como de la salsa.
Como ya te imaginarás por el nombre la receta de hoy, es un plato perfecto para quienes disfrutamos con las recetas con un toque de picante. No obstante, pese al nombre no te asustes porque no es picante en exceso y el nivel se puede ajustar perfectamente en la elaboración.
La receta está muy emparentada con los camarones a la diabla, ya que tanto en aquel plato como en la receta de hoy utilizamos la salsa diabla para dar sabor al ingrediente principal. Al cocinar un pollo troceado dentro de la salsa vamos a obtener un sabroso plato para compartir.
Comenzamos dorando bien el pollo en una sartén o cacerola amplia, con un poco de aceite de oliva virgen extra. Salpimentamos al gusto y doramos bien todas las presas, por todas las caras. Continuamos, haciendo un roux con mantequilla y harina y agregando caldo de pollo concentrado, para conseguir una salsa española.
Esta salsa, la transformamos en una salsa diabla dorando en una sartén una chalota, una guindilla muy picadas y un chorrito de vino blanco. Dejamos cocinar unos minutos y mezclamos con la salsa española y ya la tenemos. Aquí podéis ver todo el proceso para hacer la salsa diabla. Puedes ajustar el nivel de picante usando media guindilla si lo prefieres.
Cubrimos el pollo bien dorado con la salsa diabla y dejamos que se cueza en ella durante quince minutos, a fuego medio. Agregamos dos cucharadas de tomate frito, mezclamos bien y dejamos cocinar otros cinco minutos más. Durante la cocción vamos dando la vuelta a las tajadas más gruesas, para que se cocinen bien por dentro. Servimos, decorando con una guindilla cortada en aros muy finos.
Con qué acompañar el pollo a la diabla
Para acompañar esta receta de pollo a la diabla es imprescindible contar con una buena cantidad de pan, perfecto para mojar la salsa. Además, como en otras recetas de pollo guisado, puedes preparar una guarnición de arroz blanco, servir unas patatas fritas bien crujientes, o acompañar de una ensalada de tu gusto.
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