Las cocottes de hierro fundido esmaltado son ideales para cocinar carnes y guisos, tanto al fuego como combinando la placa con el horno. No hace falta invertir en piezas muy exclusivas para lograr platos muy sabrosos, con una textura exquisita.
Este solomillo de cerdo al whisky adapta una receta francesa en la que llama la atención el toque de la cúrcuma, que potencia los aromas de los demás componentes. Por supuesto, se puede preparar en otro tipo de olla o cazuela, también de barro.
Pelar la zanahoria y cortarla en juliana o en cubos pequeños. Pelar las chalotas y picar el diente de ajo. Cortar el solomillo en dos piezas. Calentar el aceite de oliva en la cocotte y dorar el solomillo por ambos lados, unos 3 minutos. Retirar y reservar.
Añadir la mantequilla y dorar bien las chalotas enteras con el diente de ajo. Añadir un poco de azúcar moreno y remover bien. Incorporar la hoja de laurel, las zanahorias, la cúrcuma y un poco de pimienta. Cocinar a fuego medio hasta que la verdura empiece a reblandecerse.
Desglasar con el whisky y añadir el solomillo. Tapar y dejar cocinar todo a fuego lento unos 20-25 minutos. Dejar reposar sin la tapa unos 5 minutos antes de servir.
Con qué acompañar el solomillo al whisky
Este plato de solomillo de cerdo al whisky en cocotte mejora también si se deja reposar y se puede servir con cualquier guarnición habitual de guisos de carne: puré de patatas o patatas fritas, arroz, cuscús, o pasta. Si lo preferís, podéis separar la carne y triturar todos los demás ingredientes para servir el solomillo sobre una cama de salsa cremosa. Los jugos de la carne, el whisky y las especias le aportan un sabor espectacular.
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