Siempre que llegan las fiestas navideñas, queremos ofrecer lo mejor a nuestros familiares y muchas veces las reuniones se convierten en un quebradero de cabeza para los anfitriones. Por eso me gustan los platos que pueden hacerse con antelación, como esta receta navideña de solomillo Wellington en hojaldres individuales, una versión del solomillo Wellington que puede hacerse unas horas antes y después mantenerse caliente en el horno al mínimo hasta el momento de servirla.
Lo ideal es hacer nosotros mismos el hojaldre, pero si andamos mal de tiempo, una opción comodísima para estos solomillos individuales es utilizar obleas de empanadilla que al hacerse en el horno, quedan con el mismo crujiente que el hojaldre y con ellas apenas mancharemos nada.
Comenzamos picando la cebolla y pochándola a fuego lento en una sartén con aceite de oliva virgen, sin que la cebolla llegue a tostarse. Una vez esté blandita la escurrimos sobre un colador y la reservamos. Colocamos las obleas de empanadilla distribuidas por la encimera y sobre cada una ponemos una tajada de solomillo de cerdo ibérico.
Echamos un poco de sal sobre el solomillo en crudo y sobre él colocamos un par de cucharaditas de cebolla pochada, centrándola en la pieza de solomillo. Sobre la cebolla, añadimos un par de pegotes de foie, podéis usar micuit o foie grass entier, según el presupuesto.
Cubrimos el contenido con otra oblea de empanadilla y después procedemos a su cierre o repulgue. Podéis usar cualquier cierre, desde envolver con la empanadilla de abajo a la de arriba o hacer un cierre apretando con el tenedor o cierres más artísticos, según vuestra habilidad.
Barnizamos con una yema de huevo y horneamos hasta que estén dorados los hojaldres individuales, lo que más o menos llevará unos 15 minutos si lo hacéis en el centro del horno a unos 190º con calor arriba y abajo. Os recomiendo que pongáis las empanadillas sobre papel de hornear o sobre un silpat para que no se peguen a la bandeja.
Con qué acompañar los hojaldres individuales de solomillo Wellington
Podemos tomar estos hojaldres individuales de solomillo Wellington tanto como entrante como para plato principal, acompañándolos de una salsa de frutos rojos o una cucharada de mermelada de arándanos. En todo caso, el hojaldre suele tener bastante efecto saciante por lo que con uno por persona será suficiente para que prueben los demás platos.
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