Hoy he preparado un estofado que nos gusta mucho en casa ya que nos recuerda a las recetas de carne con tomate de mi familia andaluza, pero utilizando ternera en lugar de carne de cerdo. Este plato queda tan rico y lleno de sabor que lo suelo preparar con bastante frecuencia. Se trata de un guiso de tacos de morcillo en tomate, la carne más tierna y sabrosa para una comida familiar
En realidad el guiso no se realiza solamente en tomate, sino que se hace en un líquido que aúna los jugos de la carne, la salsa de tomate frito casera, un buen caldo de carne y unas hojas de albahaca, ingredientes que aunados nos hacen obtener una salsa que pide pan para su pleno disfrute. Y encima su preparación no requiere mucha atención, ya que se hace solo, a fuego lento, en la cacerola.
Pedimos al carnicero que nos corte un morcillo en tacos como para guisar. Para este guiso, cortamos la cebolla en juliana fina y la freímos en aceite de oliva virgen extra. Yo hago todo el proceso en una cocotte, pero podéis hacerlo en una sartén y luego pasarlo a una cazuela con tapa. Una vez la cebolla está blandita, añadimos los tacos de carne para dorarlos en su parte exterior. Nos detenemos en esta operación para dorar todo muy bien, friendo los tacos por tandas.
Cuando todos los tacos de morcillo de ternera están bien dorados, los retiramos de la cazuela pero dejamos el aceite donde los hemos dorado y los jugos que haya soltado la carne dentro de la cacerola. Añadimos la salsa de tomate sobre esos jugos para que tome su sabor, mezclando y raspando el fondo con una cuchara.
Incorporamos a continuación el caldo casero de carne, disolviéndolo con el tomate frito. Obtendremos una especie de salsa o caldo rojizo que no será muy espeso como consecuencia de haber incorporado el caldo. En esa salsa volvemos a meter la carne, dejando que cueza a fuego muy lento durante unos 80-90 minutos.
La cocción la hacemos con la tapa puesta para que no evapore demasiado deprisa. En los últimos minutos de la cocción, cuando la carne prácticamente se deshaga, corregimos el espesor de la salsa y si fuera necesario damos un punto de sal.
Si la salsa nos quedó muy espesa, añadimos un poco de agua o de caldo de carne. Si todavía está muy líquida, sacamos la carne y la reservamos y reducimos la salsa a fuego vivo y sin tapar. Finalmente, añadimos unas hojas de albahaca y las dejamos cocer durante cinco minutos. Con eso toda la salsa de tomate quedará muy perfumada.
Con qué acompañar el guiso de tacos de morcillo en tomate
Este guiso de tacos de morcillo en tomate no necesita mucho acompañamiento para disfrutarlo. Podéis servirlo acompañado de un arroz blanco o si lo preferís, con unas buenas patatas fritas. El resultado os va a encantar.