Que nos encanta el brócoli en ensaladas no es ningún secreto, y aún así continuamos descubriendo recetas que nos siguen sorprendiendo con deliciosas combinaciones de sabores y texturas. En esta nueva propuesta otro protagonista entra en juego, el dátil, que hace una inesperada pareja con la verdura gracias a su intenso sabor dulce y textura jugosa.
Recomendamos fervientemente utilizar dátiles medjool para esta preparación, pues su jugosidad y sabor marcan realmente la diferencia. Son caros, pero también de gran tamaño y mucha pulpa, por lo que no necesitamos muchos. La tercera rueda del mecanismo de esta ensalada es la vinagreta, con el toque especiado y picante del ras el hanout; la autora original sugiere cambiar esa mezcla de especias por cualquier otra que tengamos en casa o nos guste, como garam masala, baharat o un curry corriente.
La chef además recomienda empelar el brócoli directamente en crudo; aunque no sería la primera vez que consumimos esta brassica sin cocinarla, en esta ocasión preferimos darle un golpe de vapor en el microondas de apenas dos minutos, pues nos parece que gana en sabor, además de suavizar ligeramente su dureza. Es importante, eso sí, que permanezca con un punto crujiente. No teníamos jalapeños frescos, así que en su lugar usamos pepinos baby.
Si se quiere cocinar ligeramente el brócoli, empezar preparándolo. Cortar los floretes en piezas más o menos de un bocado y añadir también la parte más tierna del tronco, el interior más blanco, pelándolo por fuera y troceándolo de forma similar. Lavar, escurrir y cocer al vapor o en microondas dos o tres minutos. Enfriar rápidamente y reservar.
Disponer en una sartén pequeña el aceite con el ras el hanout el ajo rallado y calentar a potencia media-alta. Remover dos minutos hasta que suelte mucho aroma, retirar del fuego y mezclar con la miel, el zumo de limón y el vinagre. Salpimentar y reservar.
Quitar la cáscara de los pistachos si no lo están ya; en el caso de ser crudos, tostarlos en una sartén sin engrasar. Picarlos groseramente a cuchillo y picar finamente la chalota. Trocear en piezas pequeñas también los dátiles sin el hueso, el pepino y un buen manojo de cilantro lavado.
Disponer el brócoli frío en una ensaladera y mezclar con todos los ingredientes. Añadir finalmente la vinagreta, remover con suavidad y salpimentar al gusto. Servir inmediatamente o dejar reposar en la nevera, tapado.
Con qué acompañar la ensalada de brócoli y dátiles
Los frutos secos que acompañan al brócoli en esta ensalada suman nutrientes de calidad y hacen que sea un plato saciante y energético, por lo que perfectamente podríamos tomarlo sin nada más en la cena o como almuerzo ligero, ya en raciones algo más generosas. Como primer plato o acompañamiento será un plato estupendo para combinar con un pescado a la parrilla, pollo a la plancha o alguna barbacoa de verano. Para un menú vegetariano podemos optar por emparejarlo con un hummus o unas brochetas de tofu.
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