Mi suegra me regaló una buena pata de pulpo cocido y quise aprovecharla para una receta algo más completa, aunque el tradicional pulpo a la gallega siempre me resultará un manjar. Con el calor que tenemos en esta época quise optar por una ensalada de arroz y pulpo al pesto, un plato nutritivo pero nada pesado.
Hay que procurar tener un buen pulpo, tierno y sabroso, para que esta sencilla receta sea un éxito. El arroz es mejor que sea de tipo largo, basmati o similar, para que quede suelto y podamos mezclarlo bien con el pesto. Es una receta estupenda para aprovechar restos de salsa pesto que se nos hayan quedado en la nevera.
Comenzaremos preparando el arroz. Para ello seguimos las indicaciones del paquete, aunque en general el basmati se cuece en abundante agua hirviendo con sal durante unos 18-20 minutos. Hay que escurrirlo en cuanto esté en su punto y enjuagarlo con agua fría. Escurrir bien de nuevo.
Si la salsa pesto es muy espesa, rebajar con un poco de agua, que podemos usar de la empleada para la cocción del arroz, o con aceite de oliva. Añadir al arroz enfriado y mezclar muy bien. Incorporar la cebolleta picada fina y un golpe de pimienta negra.
Cortar el pulpo en rodajas o tacos no muy pequeños y mezclar con zumo de limón. Disponer una cama de arroz al pesto y repartir encima el pulpo. Añadir unas cucharaditas de sucedáneo de caviar, hacer una vinagreta con el aceite de oliva virgen extray el vinagre y aliñar.
Con qué acompañar la ensalada
La ensalada de arroz y pulpo al pesto podemos servirla como almuerzo ligero, a temperatura ambiente o fría, aunque es mejor dejar que se atempere un poco después de sacarla de la nevera para no matar los sabores. También es un excelente primer plato si no nos pasamos con el tamaño de las raciones, aunque a mí me gusta acompañarla de salmorejo o un picoteo de hummus.
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