Las ensaladas con fruta me gustan muchísimo, ya que por un lado las frutas nos ayudan a hacerlas más variadas y que no se conviertan en un plato aburrido, y por otro las completamos aportando color y sabor. La ensalada de naranja y fresones es una de mis combinaciones preferidas en esta época en la que todavía estamos en invierno y hay estupendas naranjas, pero que al acercarse la primavera, podemos acompañarlas de unos ricos fresones.
Si nunca habéis probado las ensaladas con frutas os animo a hacerlo porque seguro que repetiréis más de una vez. Exactamente eso es lo que me pasó a mí, al principio me costaba asimilar que la fruta podría estar rica en un plato salado y ahora, como os decía, son mis favoritas entre todas.
En una ensaladera o plato de presentación colocamos gajos de naranja pelada y limpia, intercalados con mitades de fresones. En el centro ponemos la ensalada lavada y bien escurrida. Por encima esparcimos los rabanitos en rodajas.
Desmigamos el queso feta en la cantidad que nos guste y lo colocamos encima de la ensalada. Por último aliñamos con sal, aceite de oliva, vinagre de manzana y unas pipas de girasol. Servimos enseguida.
Si queremos hacer con antelación la ensalada, podemos hacerlo, pero no la aliñaremos hasta el momento de servir y la tendremos cubierta con papel film para que no se resequen los ingredientes.
Con qué acompañar la ensalada de naranja y fresones
Esta ensalada de naranja y fresones es perfecta para tomar como cena ya que contiene fruta, pero se complementa con las grasas de las pipas de girasol lo que la convierte en una ensalada muy completa. De todos modos podemos tomarla también como primer plato en una comida, o como acompañamiento de carne o pescado.