Siempre os digo que aunque estemos en invierno y apetezca menos, no debemos dejar de comer ensaladas ya que son una fuente importante de vitaminas y minerales. Para que no resulte aburrida y poco apetitosa podemos elaborar una ensalada de pera y avellanas como esta.
Los frutos secos y la fruta siempre aportan un toque extra de sabor y color muy interesante a la hora de convertir nuestro plato en mucho más apetecible. Si agregamos un poco de proteína animal como pollo, y unas semillas, podemos variar este acompañamiento o entrante en una completa cena.
Lavamos y escurrimos muy bien los brotes de lechuga. Si tenemos un centrifugador, quedarán mucho mejor. Colocamos como base en una bandeja con unas arenillas de sal. Encima colocamos las frambuesas, las grosellas y las avellanas tostadas de forma ordenada y armoniosa.
Pelamos la pera y la troceamos en gajos más o menos iguales. La colocamos en el centro de la bandeja. Aparte hacemos una vinagreta con sal, vinagre de manzana y aceite de oliva. Regamos nuestra ensalada y la llevamos a la mesa inmediatamente.
Con qué acompañar la ensalada de pera y avellanas
La ensalada de pera y avellanas es muy rica y con mucho sabor. Tal como la presento con colores variados se hace mucho más apetecible a la vista, así que tenedlo en cuenta a la hora de llevar siempre un plato a la mesa. También queda muy rica si marcamos la fruta en la plancha antes de añadirla a la ensalada.