Cuando me apetecen ensaladas, siempre intento hacerlas diferentes, para no aburrirme más con el clásico mix de lechuga con tomate y cebolla de las ensaladas tradicionales. En esta ocasión os quiero enseñar esta ensalada griega de espinacas, queso de cabra, naranja y pistachos, que como siempre, reune una buena selección de sabores.
Lo bueno es que es tan sencilla de preparar como aparenta, no hay más que colocar los ingredientes en la fuente. La única tarea en la que tardaréis un poco es al pelar los gajos de naranja al vivo, con la técnica que os enseñé hace unos días y que ya hemos puesto en práctica inmediatamente.
Empezamos lavando bien las espinacas y retirando algún pedúnculo que puedan tener los brotes porque buscamos las hojas más tiernas y su color verde intenso. Una vez lavadas y secas las colocamos sobre una fuente cubriendo toda su superficie.
Con un sacabolas vamos formando pequeñas bolitas de queso de cabra que compactaremos apretando un poco con los dedos. Según las formamos, las vamos colocando sobre las espinacas de forma que queden repartidas.
En los huecos vamos repartiendo los gajos de naranjas pelados al vivo. Para continuar, colocamos pistachos pelados en los huecos de la ensalada, para conseguir un interesante contraste de sabores y texturas en cada bocado.
Antes de servir la ensalada, la aliñamos con un pellizco de sal, un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de vinagre de Jerez y dejamos que los comensales mezclen los ingredientes en sus platos.
Con qué acompañar la ensalada griega de espinacas, queso de cabra, naranja y pistachos
La ensalada griega de espinacas, queso de cabra, naranja y pistachos es una excelente opción para cenar ya que resulta muy completa y agradable. El zumo de naranja aporta unos contrastes deliciosos al estallar en la boca. Si la haces a mediodía, puedes servirla de entrante y acompañarla de una buena carne a la plancha como este entrecot con los trucos del chef Heston Blumenthal