En cuanto llega esta época y empiezo a ver las primeras lechugas de tipo escarola, esta ensalada otoñal con vinagreta de miel es una de mis preferidas y casi exclusivas mezclas de ensalada que tomo durante el invierno.
Como además esta lechuga tiene un puntito amargo me gusta combinarla con alguna fruta dulce, en este caso la granada, que también está en plena temporada y le da justo el toque dulce que me gusta. Tanto el queso, como los frutos secos o los huevos, podéis cambiarlos a vuestro gusto y utilizar el tipo que prefiráis.
Cocemos los huevos de codorniz durante cinco minutos en agua hirviendo con una pizca de sal. Los pasamos por agua fría, pelamos y reservamos. Limpiamos y lavamos muy bien la escarola y dejamos que escurra un poco antes de secar ligeramente con papel de cocina, si no tenemos centrifugadora de ensalada.
Golpeamos la granada, la abrimos y desgranamos. Sobre los platos o fuente de presentación colocamos una cama de escarola, esparcimos los granos de granada y por encima colocamos nueces peladas y lascas de queso, en este caso utilicé Idiazábal. Abrimos los huevos de codorniz por la mitad y los colocamos encima de forma armoniosa.
Para la vinagreta mezclamoso el vinagre, el aceite, la miel, un pellizco de sal y otro de pimienta negra y removemos para que se mezclen bien. La vertemos en una salsera y llevamos todo a la mesa. Podemos servir con un poco de sal en escamas aparte por si alguien quiere rectificar el punto de sal.
Con qué acompañar la ensalada otoñal de escarola
Para tomar la ensalada otoñal de escarola en su punto, es conveniente que montéis el plato pocos minutos antes de servirlo y que la vinagreta la llevéis a la mesa en una salsera, para que cada comensal se ponga la cantidad que considere y la agregue en el último momento, así evitamos que la lechuga se ponga mustia.