El concepto "ensalada de jamón" se nos puede escapar uno poco a los ajenos a la cocina estadounidense, una gastronomía a la que nunca está de más acercarse con cautela. Digna de nuestra cocina viejuna, la llamada ham salad es tan simple como práctica, considerada retro por sus propios adeptos y que se ganó su popularidad por ser una elaboración salvavidas, económica y reconfortante.
Recordándonos al relleno del también popular sándwich de atún, en su fómula básica tan solo necesitamos tres ingredientes: jamón cocido, mayonesa y pickle relish, un condimento similar a los pepinillos encurtidos. La mezcla cremosa pero con su toque crujiente, suave y dulzona con ese punto de sabor ácido, es idónea para rellenar sándwiches, servir a modo de dip o en una selección de canapés y pequeños bocados baratos para contentar a los invitados.
De hecho, durante los peores años de las crisis económicas del siglo XX americano, la ensalada de jamón era un plato común en los hogares y ocasiones especiales, especialmente en los ágapes de funerales. Con el tiempo cada familia fue aportando su toque particular, añadiendo apio picado, mostaza, huevo cocido o cebolla.
Nosotros hemos probado la versión más sencilla con jamón cocido de supermercado -intentando encontrar el de mejor calidad-, con pepinillos a falta de relish y apio crudo, y lo cierto es que es una mezcla muy apañada para tener varios días en la nevera y montar un bocadillo que sin duda gustará en reuniones familiares o cumpleaños con niños.
Cortar el jamón en cubos, trocear el apio lavado y los pepinillos, y disponer en un procesador de alimentos, picadora o robot de cocina. Añadir la mayonesa, la mostaza opcional y pimienta molida al gusto. Se puede hacer también picando primero finamente a cuchillo los ingredientes sólidos.
Triturar unos segundos, remover y triturar un poco más. Probar y añadir más pepinillos o condimentos al gusto, procurando dejar una textura mordible, con tropezones que se noten pero sin ser tan grandes que molesten. La textura general debe ser cremosa y untable, sin desmoronarse.
Con qué acompañar la ensalada de jamón americana
La ensalada de jamón americana se debe refrigerar hasta su consumo, pues es más sabrosa con un punto de temperatura fría, como la ensaladilla. Podemos emplearla como relleno de sándwiches o bocadillos, con un pan que sea tierno, o para untar tostas crujientes de canapé o blinis. También puede ser una crema tipo para mojar palitos de pan, regañás, nachos, crudités o pan plano tipo naan o de pita.
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