Quizá hacer un huevo frito en el microondas suene a sacrilegio, pero si nos faltasen materiales en casa y además no nos gusta bregar con el aceite que salta es una opción perfecta, por ejemplo para acompañar unas clásicas habas con jamón.
Si seguís el paso a paso que os traemos hoy además vais a comprobar cómo el resultado es idéntico, incluso respetando una yema que queda cremosa y entera, un pequeño riesgo que no siempre conseguimos evitar cuando los hacemos en una sartén.
Lo único que vais a necesitar es un microondas, un poco de aceite, algo de sal y, eso sí, un huevo que sea lo más fresco posible, pues así tendrá menos oportunidades de desmoronarse con el minitruco que os traemos. Por lo demás es coser y cantar.
Con este huevo además seguimos en la línea de ciertas recetas que quedan de maravilla en el microondas como es la tortilla de patatas o las patatas asadas, evitando salpicaduras y, si tenemos pocos fuegos disponibles, poner en marcha una cocina fácil sin problemas.
Si tienes tres minutos, tienes este huevo frito al microondas. Lo único que hay que hacer es verte un par de cucharadas soperas de aceite en un plato hondo o bol aptos para microondas.
Luego abrimos el huevo y separamos clara de yema. Primero ponemos la clara en el plato, cocinando durante un minuto a 500W. Incorporamos después la yema y cocinamos otros 20 segundos a 500W o a una potencia similar.
Sacamos el bol o plato del microondas, retirando parte del aceite y salamos la yema del huevo.
Tazones Desayuno Cuencos Ceramica Pequeño - Cuenco Sopa Negro y Blanco 300 ml - Bol para Cereales | Postre | Helado | Arroz | Snack | Aperitivos | 12 cm - Apto para Lavavajillas y Microondas - 6 Pieza
Con qué acompañar el huevo frito al microondas
Como a cualquier otro huevo frito del mundo, la mejor compañía posible es un buen pan para mojar la yema, aunque también entendemos a los que son partidarios de las patatas fritas para revolver bien en esta anaranjada tentación.
Más allá del mundo de las patatas, esta receta de huevo al microondas es perfecta para manchar poco, utilizar el mismo plato o tener el fuego ocupado con, por ejemplo, un bistec a la plancha o un entrecot, que también serían buenas escoltas de nuestro huevo.
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