Tengo que confesaros que uno de los platos que más odio preparar es nuestra tradicional tortilla de patata. Así que desde que descubrí esta frittata con queso de cabra y pesto, en mi casa la clásica tortilla ha quedado relegada para un día en el que tenga muchas ganas de enfrascarme en la cocina.
Y es que aparte de tardar menos tiempo y manchar muchísimos menos cacharros, hay un detalle importante y es que con esta frittata se usa solo una cucharada de aceite para engrasar la sartén, con el consiguiente ahorro de calorías. Así que os recomiendo preparéis esta rica especialidad de origen italiano.
Comenzamos precalentando el horno a 200ºC. Mientras, ponemos al fuego una olla con agua y sal y la llevamos a ebullición. Echamos** las patatas picadas en trozos** como para tortilla y las hervimos durante cinco minutos hasta que estén un poco blandas.
Batir los huevos con un poco de sal y ajo en polvo, echamos las patatas escurridas y mezclamos bien. Engrasamos una sartén u olla que pueda después ir al horno, vertemos la mezcla de huevo y patata y cocinamos durante cinco minutos o hasta que un tercio de la frittata ya esté cuajada, pero sin darle la vuelta.
Pasamos la sartén al horno y horneamos durante 15 minutos, cuando falten cinco minutos para acabar el tiempo disponemos las rodajas de queso de cabra en la superficie para que se gratinen un poco encima de la frittata.
Con qué acompañar la frittata
La frittata con queso de cabra y pesto se sirve bien caliente acompañada de un puñado de rúcula y con las dos cucharadas de pesto extendidas por la superficie. Veréis que es muy suave con la patata hervida y que aún siendo un plato distinto, es una opción perfecta para cuando tenemos antojo de tortilla pero no nos apetece freír patatas.
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