Con verduras y huevos en la nevera, ya tienes la base de cualquier comida medio hecha. O, al menos, una base sobre la que te puedes complicar más o menos, y las recetas de huevos al horno son de las más agradecidas y sencillas que podemos improvisar en cualquier momento.
Las espinacas rehogadas con otros ingredientes funcionan especialmente bien como cama jugosa sobre la que depositar los huevos, creando mullidos nidos donde solo hará falta algo de calor del horno para dejarlos en su punto. Siempre recomendamos mantener la yema muy melosa, para que al romperla se funda con el resto del plato, formando una especie de deliciosa salsa llena de nutrientes y sabor.
Este plato se puede ajustar al gusto según las otras verduras u hortalizas que haya por casa, añadiendo otros condimentos o sumando o restando huevos, según el apetito y los comensales que seamos. Los tomatitos quedan muy bien porque se caramelizan un poco y explotan con sus jugos dando ese toque ácido y fresco que contrasta, equilibrando, con el dulce amargor de la espinaca.
Calentar un chorrito de aceite en una cazuela o sartén amplia -se puede usar una que se pueda meter al horno- a fuego muy suave con el comino, para que se dore ligeramente soltando su aroma, sin quemarse. Precalentar el horno a 180ºC sin aire.
Añadir los tomatitos enteros o cortados por la mitad y los rabanitos en cuartos, salpimentar suavemente y condimentar con la guindilla cortada en rodajas o chile en copos. Rehogar y escaldar aparte las espinacas, echándolas poco a poco en una olla grande con poca agua hirviendo hasta que pierdan casi todo su volumen, pero dejándolas brillantes y no muy recocidas.
Escurrir y enfriar muy bien las espinacas, y echarlas a la cazuela, removiendo bien para integrar todo. Dejar que se evapore parte del agua que pueda quedar y llevar a una fuente refractaria, si la sartén no es apta, o repartir en cazuelitas.
Agregar parmesano rallado al gusto. Formar pequeños huecos y depositar los huevos con cuidado. Añadir pimienta negra y hornear hasta que la yema esté al punto deseado. Servir recién hechos con cilantro fresco o perejil, y más queso al gusto.
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Con qué acompañar los huevos al horno con espinacas
Un buen pan para mojar y rebañar la mezcla de espinacas y huevo es casi obligatorio, aunque podemos prescindir de él si estamos cuidando la dieta o preparamos el plato para la cena y queremos mantenerla más ligera. Es un buen almuerzo saludable que nos saciará sin resultar pesado, y que podemos tomar en verano con un gazpacho o alguna ensalada más crujiente y fresca al lado.
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