Me encantan toda clase de quiches, empanadas, empanadillas y pasteles salados en general ya que solucionan muchas comidas o cenas y son fantásticos para fiestas y excursiones. Esta quiche de quesitos sin base es especialmente fácil de hacer y menos empachosa que las que llevan un fondo de masa quebrada u hojaldre.
Esta quiche tiene un sabor muy suave y una textura muy agradable y seguro que le gustará a los niños de la familia. Eso sí, os recomiendo ser generosos con el sazonamiento para que no os quede sosa.
Precalentamos el horno a 180º. Ponemos en un cazo la nata, la leche y los quesitos, llevamos a fuego suave y calentamos removiendo de vez en cuando hasta que los quesitos se deshagan y tengamos una mezcla homogénea. En un bol batimos los huevos con la harina hasta que no tengamos grumos.
Dejamos templar la mezcla de leche, nata y quesitos y la añadimos poco a poco al bol con los huevos, mezclamos bien y sazonamos generosamente con nuez moscada, sal y pimienta. Vertemos en un molde de tarta engrasado y repartimos por encima los taquitos de jamón. Horneamos durante unos 30 minutos. Servimos templada o fría.
Con qué acompañar la quiche de quesitos sin masa
Esta quiche de quesitos sin masa es perfecta para una cena acompañada simplemente de unos tomatitos cherry regados con un hilillo de aceite. También quedará estupenda en una fiesta si la hacéis en un molde rectangular y la servís cortada en cuadraditos.
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