Hoy hemos preparado una receta de tortilla de calabacín y queso brie, sencilla y sabrosa, ideal para una cena cuando no tenéis ganas de complicaros la vida pero queréis disfrutar de un plato delicioso. A la hora de preparar esta tortilla, aprovechamos para dar salida a restos de hortalizas que tengamos en la despensa.
Por ese motivo, al igual que la hemos hecho con calabacines y patatas, la podéis preparar igualmente utilizando berenjenas o añadiendo otros ingredientes que tengáis y comiencen a quedar atrasados, como por ejemplo tomates, champiñones, zanahorias... Si queréis también podéis añadir dentro unos taquitos de jamón o de bacon.
Pelamos la patata y la cortamos en rodajas muy finas preferiblemente con una mandolina y las dejamos refrescar en agua. Con un pelador, sacamos láminas alargadas y finísimas del calabacín. Una vez tenemos preparados los ingredientes de la tortilla, freímos las patatas en aceite de oliva virgen extra.
Cuando las patatas estén prácticamente listas, añadimos los calabacines y dejamos freír el conjunto durante dos o tres minutos más ya que el calabacín tan fino se hace enseguida. Si usáis otros ingredientes más duros como calabaza o zanahoria, tendréis que echarlos al principio con las patatas.
Batimos los huevos en un bol. Escurrimos las patatas y los calabacines y los ponemos en el bol con el huevo, removiendo para que se impregne todo bien. Cuajamos la tortilla en una sartén a fuego medio alto para que se quede bien doradita en el exterior pero jugosa en el interior.
Una vez cuajada la tortilla de calabacín, la sacamos y colocamos en un plato e inmediatamente después, cortamos un triángulo de queso brie en tres porciones y las ponemos sobre la tortilla para que se fundan sobre ella con el calor remanente, sirviendo inmediatamente.
Con qué acompañar la tortilla de calabacín y queso brie
Esta receta de tortilla de calabacín y queso brie, sencilla y sabrosa es muy buena para una cena de pareja, cuando nadie tiene ganas de hacer la cena pero no queremos renunciar al disfrute de compartir un plato fácil y rápido y a la vez cargado de sabor. Servidla con una guarnición de lechugas variadas y ya tenéis resuelto el menú.