Receta de huevos rotos con gulas al ajillo, para mojar pan y disfrutar a lo grande

Para hacer las patatas, primero las pelamos y luego las cortamos en rodajas de medio centímetro como para hacer patatas a lo pobre o casi como para tortilla de patatas. Las freímos con el fuego medio para que no se nos doren rápidamente y queden blanditas por dentro. Cuando lleven diez o doce minutos subimos el fuego y las doramos. Sacamos y reservamos.

Para freír los huevos, calentamos abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén y freímos sin mover el huevo al menos durante el primer minuto. Sazonamos al gusto y sacamos con una espumadera. Repetimos la operación con los otros tres huevos.

Para hacer las gulas al ajillo, fileteamos dos dientes de ajo y los doramos en una sartén con aceite, añadiendo unos copos de cayena para dar un toque picante. Cuando el aceite esté bien caliente y los dientes de ajo empiecen a bailar, agregamos las gulas dejando que se cocinen durante un par de minutos sin dejar de remover.

Finalizamos montando el plato extendiendo las patatas en una fuente, repartir por encima los huevos y cubrir con las gulas al ajillo recién hechas. Al llegar a la mesa, rompemos la yema para que se vea su bonito color.