Las tartas saladas me apasionan y las elaboro a menudo. Son la solución a muchas de mis cenas familiares, siempre acompañadas de una buena ensalada. Me gusta experimentar con los ingredientes que tengo a mano y agregarlos a los huevos que sirven de base, así aprovecho sobras y pruebo nuevos sabores. Mi último experimento es esta tarta salada de tomate y tres quesos que se queda en mi recetario para siempre.
De fácil y rápida elaboración, sobre todo si usamos masa quebrada pre elaborada. Aunque yo recomiendo ihacer la masa quebrada en casa, la textura y el sabor que se consiguen son inigualables y el resultado conjunto gana mucho con ello. Así que sacudiros la pereza, si eso es lo que os echa para atrás, y animaros a hacerla vosotros. Probad con esta tarta salada de tomate y tres quesos. Veréis cuánto de cierto tiene los que os estoy contando.
Comenzamos por la masa quebrada, para darle el tiempo de reposo que necesita sin prisas. Para elaborarla, simplemente mezclamos, en un cuenco amplio, la harina y un pellizco de sal junto con la mantequilla y la manteca cortadas en pequeños dados. Usamos las puntas de los dedos para mezclar, evitando dar calor. Esto es importantísimo. Hay que tocar la masa lo justo, sin pasarse.
Cuando la mezcla se asemeje a un conjunto de migas, agregamos una cucharada de agua bien fría. Con ayuda del filo de un cuchillo, incorporamos el agua al resto de ingredientes de manera inicial, y terminamos trabajándola con las manos. En el momento en que la masa obtenga un aspecto y textura homogéneos, dejamos de trabajarla. La envolvemos en papel film y la dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.
Transcurrido el tiempo de reposo, extendemos la masa con un rodillo sobre una lámina de papel sulfurizado. Enharinamos el rodillo para evitar que se nos pegue la masa y se quiebre. Trasladamos la masa a un molde de horno de 14 cm de diámetro y cubrimos su base y laterales. No pasa nada si se nos rompe, tomamos pequeñas porciones de la masa y las colocamos sobre las grietas a modo de parche.
Retiramos el sobrante de masa de los laterales, cubrimos con papel sulfurizado y legumbres (o piedras de hornear) y cocemos a 180ºC durante 20 minutos. Transcurrido este tiempo, sacamos el molde y retiramos las legumbres y el papel sulfurizado. Lo introducimos de nuevo en el horno y cocemos en blanco durante 5 minutos más, con la temperatura un poco más alta.
Mientras tanto, preparamos los ingredientes del relleno. Pesamos los tres quesos y los mezclamos en un cuenco. En otro recipiente, un poco más amplio, mezclamos los huevos con la harina y el yogur batiendo hasta homogeneizar. Agregamos los quesos a este batido y removemos bien. No hace falta sazonar pues los quesos son sabrosos, pero podéis condimentar con pimienta negra si os apetece.
Pincelamos la base con mostaza y rellenamos con la mezcla anterior. Cortamos los tomates cherry por la mitad y los repartimos sobre el relleno, presionando ligeramente si fuera necesario para que se hundan sin que desaparezcan. Espolvoreamos con alguna hierba aromática. Yo he usado orégano pero se puede sustituir por albahaca, salvia, etc. Horneamos a 180ºC durante 20 minutos o hasta que se dore y se note cuajada al tacto. Dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Con qué acompañar la tarta salada de tomate y tres quesos
Conviene dejar reposar la tarta salada de tomate y tres quesos antes de servirla, para que no se nos desmorone al cortarla. También conseguiremos que los sabores se asienten y nos sabrá más deliciosa, si cabe. Acompañada de una ensalada de hojas verdes, constituye una solución fabulosa y nutritiva para una cena informal.
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