Hoy quiero recomendaros una estupenda receta ideal para la hora de la cena ya que es ligera y tiene mucho más sabor que la clásica tortilla francesa. Se trata de una tortilla de gulas a la que el toque de los ajos refritos y un poco de perejil picado le van de miedo.
Os recomiendo que la hagáis en sartén pequeña para poder darle esa forma que nos recuerda a la tortilla de patatas y así, además de disfrutarla con el sentido del gusto, también os alegrará la vista, en especial si aún estáis manteniendo el propósito de estar a dieta.
Comenzamos picando en láminas un buen diente de ajo y lo ponemos a dorar en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando comience a dorarse, agregamos las gulas y las cocinamos durante un par de minutos, salteando la sartén para que no se nos quemen.
Mientras, batimos los huevos enérgicamente con ayuda de unas varillas. Cuando las gulas están listas, las echamos en el bol con el huevo batido. Si queréis podéis retirar los ajitos pero a mí me gusta mucho encontrarlos después en cada bocado.
Incorporamos también el perejil picado, removemos un poco con las varillas y cuajamos la tortilla en una sartén pequeña, dándole la vuelta cuando comience a hacerse, para que quede dorada por fuera pero bien jugosa por dentro.
Con qué acompañar la tortilla de gulas
Para completar el menú podéis acompañar la tortilla de gulas con una ensalada de tomate y aguacate, y os aseguro que os iréis a la cama bien saciados y con una sonrisa de felicidad.
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