Melocotón en almíbar: ¿comida viejuna o manjar a reivindicar? Como murciana tengo que declararme completamente a favor de esta dulce conserva, siempre que sea de buena calidad, y sin sustituir ninguna a la fruta natural. Me faltaba dar el paso de incorporarla a platos salados, como este sorprendente curry de garbanzos.
Estas conservas casi pertenecen al pasado, cuando disponer de fruta fresca a voluntad estaba solo al alcance de unos privilegiados, y el calendario estacional era mucho más limitado. También fue durante décadas la única forma de que muchos países pudieran disfrutar de variedades de climas más cálidos o tierras lejanas, por eso la piña en almíbar es habitual en multitud de viejas recetas.
La idea de preparar un curry vegetariano con melocotón en almíbar la vimos en la página de Jack Monroe, autora británica muy popular por sus recetarios económicos, prácticos y sinceros, muy enfocados a la cocina de supervivencia más realista sin renunciar a la originalidad y el sabor. Esta receta es una de sus más populares, y sin duda merece tenerla como fondo de armario para comidas de diario.
A Girl Called Jack: 100 delicious budget recipes
Abrir el bote de garbanzos y escurrir la legumbre con cuidado sobre un colador fino, enjuagándolos bajo el chorro del agua del grifo suavemente. O suar agua mineral si el sabor de nuestra agua corriente no fuera óptimo.
Jack Monroe recomienda cocer los garbanzos ya en conserva unos 10 minutos mientras se empieza la salsa, para que queden mucho más tiernos. Es un paso que en casa hemos omitido por pura comodidad, pero adelante con ello si prefieres una textura mucho más suave.
Picar fina la cebolla y los ajos, y la guindilla fresca si se usa. Calentar un poco de aceite en una sartén o cazuela amplia y cocinar estos ingredientes a fuego suave hasta que transparenten.
Añadir la cayena desmenuzada -si se usa en lugar de guindilla-, el comino y una pizca de sal, y remover. Mientras se cocina, sacar los melocotones del tarro reservando el líquido, escurrir un poco y picar en piezas más pequeñas de un bocado.
Incoporar al sofrito con los garbanzos, dar unas vueltas y echar los tomates, troceándolos si los usamos enteros, guardando el líquido sobrante del bote. Remover y aderezar con la cúrcuma y un poco de sal y pimienta. Echar el cubo de caldo, si se usa.
Dejar cocer todo junto a fuego lento hasta que reduzca, unos 30 minutos. Comprobar el punto de líquido de vez en cuando para que no se quede muy seco. Añadir el agua de los tomates y poco del almíbar de los melocotones, o usar caldo o agua.
Con qué acompañar el curry
La guarnición idónea para este curry vegetariano de garbanzos es sin duda el arroz bastati o alguna otra variedad aromática de grano largo, aunque cualquier arroz bien cocido le iría bien. Cuscús, quinoa, puré de patatas o un simple buen pan -tipo plano como el naan o una hogaza de calidad- serán también buenos acompañantes de la salsa. Así tenemos un plato nutricionalmente muy completo, estupendo con una sencilla ensalada ligera y un yogur natural de postre.
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