Los espárragos verdes más finos son ideales para cocinar a la plancha en un momento dejándolos con una textura crujiente muy sabrosa. Para darles un pco más de gracia, en esta receta los serviremos con una mezcla de queso de cabra, almendras y semillas, con un punto refrescante de limón.
Es un plato muy sencillo que se puede modificar al gusto, añadiendo o sustituyendo ingredientes. Las semillas y las almendras se tuestan primero para hacerlas más crujientes y sabrosas, y luego se mezclan con el queso de cabra para crear una crema muy aromática para acompañar a los espárragos.
Preparar los espárragos verdes, lavándolos y cortando los extremos más duros. Reservar. Poner en una sartén antiadherente las semillas de sésamo, de amapola, de girasol y las almendras. Calentar a temperatura media, removiendo constantemente, hasta que se empiecen a tostar y liberar aroma. Cuidado, se queman enseguida.
Mezclar las semillas con el queso de cabra en un cuenco, añadiendo un poco de limón y salpimentando ligeramente. Poner una parrilla o plancha al fuego con poco aceite. Cocinar los espárragos a alta temperatura, sapimentándolos. Retirarlos cuando estén en su punto.
Batir ligeramente una cucharada de aceite de oliva con el vino blanco, la mostaza, el vinagre y el limón. Disponer los espárragos en una fuente y aliñar con esta mezcla. Incorporar el queso de cabra con las semillas por encima y servir con limón partido al lado.
Con qué acompañar los espárragos
Este plato de espárragos verdes con crujiente de queso y semillas puede servirse recién hecho, dejando que el queso se funda ligeramente sobre el calor que emiten, o bien dejarlos templar un poco. Acompañan de maravilla a carnes y pescados a la plancha o al horno, o podríamos servirlos como cena ligera con algo de buen pan.
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