Uno de nuestros platos más tradicionales para disfrutar en Semana Santa y que muchos disfrutamos durante todo el año, es esta receta de garbanzos con bacalao y espinacas, un guiso sencillo ideal para servir en época de vigilia, cuando no se puede comer carne según la tradición católica.
Este plato, una variante del potaje de vigilia, se comía habitualmente muchos viernes del año, -no solo durante la Cuaresma- ya que la prohibición se extendía a todos los viernes de todo el año por lo que resultaba un plato muy habitual en los menús de las familias en las décadas entre los años 1960 y 1980.
Como el bacalao era fácil de conseguir desalado durante todo el año y no todo el mundo contaba con frigorífico para conservar otros pescados frescos, la mayoría de los recetarios tradicionales incluían esta receta con bacalao, ideal para combinar con las legumbres en un plato económico y lleno de sabor, que se suele comer en los días previos a la Semana Santa, en especial en el día de Viernes Santo.
Ingredientes
- Garbanzos 200 g
- Bacalao desalado 200 g
- Caldo de pescado o fumet 500 ml
- Espinaca fresca o congelada 150 g
- Cebolla 1
- Huevos cocidos 1
- Dientes de ajo 2
- Pan de hogaza rebanada 1
- Pimentón dulce 1 cucharada
Cómo hacer potaje de garbanzos con bacalao y espinacas
- Tiempo total 50 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 30 m
Deja los garbanzos en remojo durante ocho horas. Pon a cocer los garbanzos en agua con un poco de sal. Empieza con agua fría y déjalos cocer durante dos horas a fuego lento, o 19 minutos si usas la olla rápida. Así quedarán bien cocidos pero no deshechos. Si lo prefieres, también puedes usar garbanzos cocidos en conserva, bien escurridos y lavados de su líquido, pero yo prefiero los hechos en casa.
Si utilizas bacalao en salazón, debes desalarlo durante 24 horas, cambiando el agua cada 6 horas. Si usas bacalao fresco, estupendo en esta época del año en la que podemos encontrar el bacalao skrei, corta los lomos calculando uno por comensal. Pica las espinacas en trozos y resérvalas para que den un hervor al final del guiso, para aportar el toque perfecto de verdura a nuestro plato de legumbres idóneo para la Cuaresma. Prepara también un caldo de pescado cociendo unas espinas y cabezas que tengas congeladas.
Para hacer el guiso de garbanzos con bacalao y espinacas, saltea un ajo y una cebolla bien picados y cuando se dore, añade un toque de pimentón y una cucharada sopera de tomate frito. Dora también en la misma cazuela los lomos de bacalao, comenzando por el lado de la piel. Añade entonces los garbanzos ya cocidos y las espinacas, agregando medio litro de caldo de pescado y una hoja de laurel.
Para dar textura al caldo, fríe un diente de ajo y una rebanada de pan y májalos en el mortero, añadiendo un poco de caldo de pescado. Tritura y vierte sobre el guiso, dejando que de un último hervor para que la salsa quede bien espesa.
Con qué acompañar el potaje de garbanzos con bacalao y espinacas
El potaje de garbanzos con bacalao y espinacas es un plato tradicional que se suele comer como plato único los viernes en que no se permite comer carne. Para darle un toque especial, puedes añadir unas gotas de vinagre ya en el plato, y remover antes de probar. Ya verás como es un plato de cuchara que te encantará probar. Con una pieza de fruta y este potaje, tendrás suficiente para sentirte bien satisfecho.
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