El gazpacho es uno de los platos más icónicos de la cocina española y uno de los más abiertos a interpretaciones.
Alrededor del tomate giran muchos ingredientes, siendo las frutas rojas unas de las que mejor sientan para dar un toque de dulzor a la mezcla: sandía, cerezas y, claro está, fresas.
Hoy estos gazpachos están muy extendidos, pero hubo un tiempo en el que fueron alta cocina. El toledano Abraham Garcia fue uno de los pioneros de la cocina fusión en España. En su restaurante Viridiana, cuyos fogones dirige desde 1978, se probaron por primera vez algunas combinaciones que se extendieron después por los buenos restaurantes de toda la península, como los huevos con trufa y mousse de boletus y el plato que hoy nos ocupa, su famoso gazpacho de fresas.
Como ha explicado García en muchas ocasiones en la España de 50 y 60 era frecuente añadir todo tipo de fruta de temporada al gazpacho, para enriquecerlo, pero no era algo que se hiciera en los restaurantes hasta su llegada. Esta receta, que se elabora desde la apertura de Viridiana, tiene, además, un ingrediente secreto que sorprende a todo el que lo conoce: kétchup. Un condimento que le va de maravilla. Os lo aseguro.
Como todos los gazpachos, lo más cómodo es triturar todos los ingredientes sin pelar con batidora o usando un robot de cocina, para luego pasar la mezcla por el pasapurés.
El aceite, el vinagre, el sal y el agua, los echamos al principio siendo conservadores y, tras triturar todo, excepto un puñadito de las fresas que serviremos como guarnición, ajustamos la sazón para que quede a nuestro gusto.
Pasamos la mezcla por el pasapurés y, como todo gazpacho, lo conservamos en la nevera para que esté frío (aunque mejor no tomarlo helado).
En Viridiana, el gazpacho se sirve con unas fresas cortadas en daditos y arenques del Báltico, también cortados en daditos. Si no los encontramos podemos prescindir de ellos, pero le van que ni pintado.
Con qué acompañar el gazpacho de fresas
Este gazpacho de fresas es un fantástico primer plato o aperitivo aunque, dado su sabor agridulce, hay a quién le gustará incluso más al final de la comida, casi como postre. Si estás buscando más formas de darle una vuelta a la sopa fría favorita del verano, tenemos gazpachos de todos los sabores.
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