Pocas ingredientes son tan deliciosos como los guisantes lágrima. Esta esferificación vegetal natural tiene una temporada muy reducida y no es precisamente un producto barato, pero su sabor dulce, el crujiente al morderlos y su bonito color y forma, hacen que estos guisantes lágrimas sean muy especiales. Hoy vamos a preparar unos guisantes lágrima con huevo poche, jamón ibérico y su caldo, un menú ligero y elegante ideal para la hora de la cena.
Comer ligero y sano no está reñido con comer bien y estoy seguro de que esta combinación os va a encantar. Un caldo de verdura hecho con las vainas de los guisantes para comenzar, los guisantes lágrima con el huevo poché y su yema líquida a continuación y entre uno y otro, un poco de jamón ibérico para los contrastes. Ya veréis qué fácil es hacer este plato ligero, tan sabroso como las habitas baby repeladas que también nos gustan mucho.
Comenzamos sacando los guisantes de su vaina. Los guisantes lágrima son muy pequeños, y en algunas de las vainas que desgranéis encontraréis perlitas verdes diminutas. En otras, encontraréis guisantes pequeños, pero no desperdiciéis ninguno, todos nos valen. Una vez recogido el fruto, escaldad los guisantes durante 30 segundos en un poco de agua con una pizca de sal.
Por otro lado, para hacer el caldo de las vainas, poned estas a cocer en un cazo con 400 ml de agua durante 20 minutos dejando que se vaya reduciendo el caldo de cocción hasta obtener prácticamente medio vaso de caldo concentrado. Colar, rectificar de sal y reservar.
Para hacer los huevos poché, ponemos un film de cocina en una taza dejando sobrante por fuera, cascamos un huevo de gallina y lo echamos dentro y cerramos el paquete con un nudo o un alambre de cocina como los de las bolsas de pan de molde. Cocemos durante 5 minutos exactos y ya lo tenemos en su punto.
Finalmente, salteamos un minuto los guisantes lágrima en una sartén con una nuez de mantequilla, y montamos el plato, colocando abajo los guisantes lágrima, poniendo encima el huevo poché y el jamón ibérico a un lado. Completamos el plato con un vaso de chupito con el caldo de vainas y ya tenemos lista una cena sabrosa, ligera y elegante.
Con qué acompañar los guisantes lágrima con huevo poché, jamón ibérico y su caldo
Los guisantes lágrima con huevo poché, jamón ibérico y su caldo son perfectos para la cena. Bebemos el caldito reconfortante, damos un corte al huevo para que la yema líquida salga y la mezclamos con los guisantes y los trocitos de jamón. ¿Necesitáis algo más para sonreír? Yo, personalmente, puedo ser feliz con una cena como esta.
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