En Barcelona es común encontrarse en los mercados puestos de legumbres ya cocidas, pero esto no pasa en Andalucía, ya que aquí las cocemos en casa. Es un muy buen recurso sin embargo, porque de esta manera, te preparas unas lentejas guisadas en un plis.
Cuando viví por aquellas tierras catalanas, comí muchas veces esta receta de lentejas con tomate, acompañadas entonces con un filete a la plancha, por ejemplo.
Ahora vivo en el sur y he de cocer mis lentejas, pero igualmente las preparo, a veces, con tomate, como las comía allí. En lugar de con carne, las he acompañado con unas ralladuras de parmesano, que le aportan a la receta un toque muy atractivo. Ni que decir tiene que a los pequeños de la casa les encantan.
Ponemos en una cazuela al fuego el tomate con un chorreón de aceite y las hojas de laurel, cocinamos a fuego flojo, tapado, 15 minutos.
Aparte cocemos las lentejas en agua fría con los puerros y un chorrito de AOVElas lentejas, hasta que queden tiernas. Ponemos al punto de sal y aliñamos con una pizca de ras el hanout.
Añadimos las lentejas escurridas al tomate, mezclamos y servimos con parmesano rallado.
Con qué acompañar las lentejas con tomate y parmesano
Comemos estas lentejas con tomate y parmesano como primer plato, seguidas de otro muy ligero. Debo decir que yo no suelo poner un segundo cuando el primero son legumbres, lo considero excesivo. Si las acompañamos con un trozo de pan (preferiblemente integral) y abundante parmesano, la comida es suficiente, y si nos quedamos con hambre, una hortaliza o verdura cruda aliñada con AOVE, acabará de equilibrar la ingesta.
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