Durante mi infancia viví durante un largo tiempo en un pueblecito de Santander, allí comí muchos platos de judías negras que, debo ser sincera, por aquel entonces no eran, ni mucho menos, mi comida favorita, aunque…me las comía sin rechistar. Más adelante, a raíz de ver a los vaqueros (en las películas del oeste) comiéndolas con las cuchara de palo agarrada con toda la mano, con esa falta de elegancia pero , con ese hambre voraz, me empezaron a apetecer enormemente y a encantar.
Nostalgias a parte, os presento este potaje de judías negras con calamares y lechuga iceberg que, le aportan ambos, lo suficiente para que nadie se resista a devorarlas.
Ingredientes para el potaje para 4 comensales
400 gr. de judías negras de León, 2 cebollas, 3 tomates grandes maduros, 1 rama de apio, 2 hojas de laurel, aceite de oliva virgen extra (AOVE) y sal.
Ingredientes para los calamares
8 calamares medianos, harina para enharinarlos y AOVE para freírlos.
Elaboración del potaje de judías negras con calamares
La noche de antes ponemos las judías en un cuenco, cubiertas de agua fría. A la mañana siguiente, las ponemos en una olla con agua nueva, el apio y el laurel al fuego. Mientras comienza a hervir, rallamos o batimos la cebolla y los tomates y los añadimos a la olla. Cuando comience a hervir, añadimos un hilillo de AOVE, bajamos el fuego, tapamos y dejamos hacer en torno a dos horas, hasta que queden tiernas.
Es muy conveniente asustar a las habichuelas (añadirles de vez en cuando un chorreón de agua fría) para evitar que pierdan la piel durante la cocción.
Ya que esté el potaje hecho, ponemos al punto de sal y limpiamos, troceamos , enharinamos y freímos los calamares en abundante AOVE. Sacamos a papel absorbente. Picamos la lechuga y la aliñamos con AOVE y sal y montamos los platos.
Tiempo de elaboración | 30 minutos más 2 horas de cocción Dificultad | Fácil
Degustación
Este potaje de judías negras con calamares, al llevarlos a ellos y, además, lechuga, se convierte en una comida completa muy equilibrada. Además está deliciosa comida todo junto, quiere decir, como la presento en la foto, la lechuga sobre las judías y comido todo a la vez.
Además, sicológicamente (sobre todo pensando en los niños), lo de meterle calamares a un plato de judías está muy bien, porque con la escusa de los calamares y de lo bien que queda todo comido junto, se dejan el plato limpio. Doy fe.
Para los que seguís una dieta hipocalórica, podéis asar a la plancha los calamares en lugar de freírlos y comer bastante lechuga, de esta manera este plato aportará menos calorías y más fibras, lo que ayudará a limpiar mejor y, por lo tanto, evitar resuiduos acumulados que no necesitamos.
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