Hoy ha tocado una versión de una receta de crema de calabaza y parmesano que poníamos muy a menudo en un restaurante en el que trabajaba. Aunque, creo que yo la hago mejor, sobre todo por la mezcla de hierbas que le pongo, ya que consigo un frescor muy bueno dentro de esa dulzura de la calabaza.
Por otro lado, si nos os gustan está hierbas se pueden cambiar por otras, como estragón, romero, etc. En cuanto al queso, es un punto muy bueno, y hay que tenerlo en cuenta a la hora de ponerle menos sal, ya que el parmesano nos aporta algo de sal adicional.
Lava y pica las hierbas, resérvalas envueltas en un papel húmedo para evitar que se sequen. Pela y corta la calabaza y corta el pan de molde en dados y fríelos en aceite caliente.
Pon la calabaza cubierta de agua y cuécela durante 20 minutos una vez que empiece a hervir. Tritúrala, reservando a parte el caldo, y pásala por el chino. Mezcla el puré con la nata y si hace falta con un poco de caldo. Añade la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Con qué acompañar la crema de calabaza
Sirve la crema de calabaza caliente en cuencos o incluso si puedes, en la propia calabaza. Espolvorea las finas hierbas, pon unos picatostes y el queso parmesano. Mejor rallado que en lascas.
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