Las judías verdes son un producto muy humilde pero que a mí personalmente me encanta para combinar con muchos sabores. En la parte suiza de mi familia son una guarnición fija en casi cualquier comida familiar, sobre todo en su variedad fina o redonda. Este salteado de judías verdes al ajo negro es muy sencillo pero lleno de sabor, y también muy saludable.
Estoy encantada de que ya podamos encontrar ajo negro con relativa facilidad en muchos comercios. Si todavía no lo habéis probado os vuelvo a animar a hacerlo, pues su aroma es fantástico, se puede usar en multitud de platos y es apto para los estómagos más delicados, como el mío. Además ese color negro negrísimo me parece precioso.
Lavar y secar bien las judías verdes. Cortar ligeramente las puntas, aunque hay quien prefiere dejarlas enteras. Llenar con un dedo de agua una sartén lo suficientemente grande, poner a hervir con una pizca de sal y echar las judías. Tapar y cocinar hasta que estén tiernas pero firmes, al dente. Escurrir y reservar las judías.
Pelar los dientes de ajo negro y picar en trozos no demasiado pequeños. Calentar un poco de aceite de oliva en la misma sartén y tostar ligeramente los ajos. Reincorporar las judías y mezclar bien a fuego fuerte. Añadir el vino blanco, la salsa Worcestershire y dejar que se consuma el líquido.
Saltear a fuego vivo unos pocos minutos más hasta que las judías estén a nuestro gusto y se hayan liberado bien los aromas del ajo negro. Salpimentar al gusto y servir con un hilo de buen aceite de oliva virgen extra.
Con qué acompañar las judías verdes
El salteado de judías verdes al ajo negro es una guarnición estupenda para platos de carne, de pescado o para menús vegetarianos. Aumentando el volumen de las raciones y añadiendo unos huevos, cocidos o escalfados, podemos convertir la receta en un plato único ligero, perfecto por ejemplo para cenar. No dejéis piezas de ajo negro en la sartén, son deliciosas.
