Estamos en esa época del año en la que los platos de cuchara apetecen a diario, pero especialmente los potajes. Por eso este desarme asturiano o potaje de desarme no podía faltar en nuestro repertorio como propuesta para Cuaresma y Semana Santa. Un plato tradicional con que alimentar el cuerpo y el alma.
Lo tiene todo para triunfar. Es fácil de preparar, está listo en menos de media hora y sus ingredientes se encuentran fácilmente en cualquier supermercado. Similar al potaje de vigilia, está compuesto por garbanzos, bacalao y espinacas son los protagonistas, que se elevan a nuevas esferas con el añadido de huevo duro, caldo de pescado, pimentón y un majado sencillo a base de ajo y pan.
Existen tantas versiones de esta receta asturiana como manos lo preparan. Hay quienes agregan tomate al sofrito o le dan un toque extra de sabor añadiendo vino blanco, otros enharinan el bacalao y lo fríen, etc. La riqueza de nuestra gastronomía se forja en las casas, donde, si miramos bien encontramos joyas como esta. Así lo hacemos nosotros.
Lavamos las espinacas, las secamos bien y las troceamos. Reservamos para añadir al final del guiso. Picamos las media cebolla y rallamos uno de los dientes de ajo. Lavamos los garbanzos y los escurrimos. Cocemos el huevo en abundante agua durante 12 minutos, lo refrescamos en agua helada y lo pelamos.
Calentamos un poco de aceite en una cazuela y sofreímos el ajo hasta que empiece a verse dorado. Agregamos la cebolla y continuamos sofriendo hasta que esté tierna y traslúcida, unos diez minutos. Entonces agregamos el pimentón, removemos e, inmediatamente después, incorporamos el bacalao desmigado.
Cuando el bacalao esté hecho añadimos los garbanzos, el caldo de pescado y la hoja de laurel. Cocemos el conjunto lentamente y, mientras tanto, preparamos un majado. Para ello doramos el otro diente de ajo y las rebanadas de pan en una sartén con un poco de aceite. Machacamos el ajo y el pan en un mortero o los trituramos con una batidora de mano, añadiendo un poco de caldo del guiso para que sea más fácil la tarea.
Incorporamos el majado a la cazuela y cocemos el conjunto un par de minutos hasta que haya espesado el guiso. Por último agregamos las espinacas, removemos, tapamos la cazuela y dejamos que se cuezan con el calor residual (así mantendrán su color verde vivo). Troceamos el huevo duro y lo repartimos por encima cuando emplatemos el desarme, que servimos bien caliente.
Con qué acompañar el desarme asturiano o potaje de desarme
Este desarme asturiano o potaje de desarme hay que acompañarlo con pan, pero que sea de buena calidad. No es obligatorio, por supuesto, pero agradeceréis no haberlo olvidado. Si el garbanzo es bueno el plato no tiene por qué ser muy pesado o de digestión difícil, pero podemos ayudar al estómago tomando algo de fruta digestiva en el postre, como piña o papaya, o un yogur natural.
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