Es el plato de lentejas más fácil del mundo y el más barato: la receta de cuchara infalible con la que honrar a madres y abuelas

Quien tiene una cazuela y la puede llenar, tiene un tesoro. En tiempos en los que nos hemos vuelto muy pijoteros con lo que comer, especialmente cuando exigen cocinados y fuego lento, volver a la tradición que representan las recetas de legumbres se torna casi necesidad.

Primero por el frío que anda haciendo estos últimos días por toda España, motivo por el que cobijarnos en la cuchara y segundo por dar tregua al monedero, que 2024 empieza cuesta arriba y no sabemos cuánto vamos a tener que estar pedaleando.

Por eso, estas lentejas guisadas, tan fáciles como infalibles, son uno de nuestros caballos ganadores para entrar en calor y, pasta mediante, no dejar tiritando a la cartera ya de primeras dadas en este mes de marzo.

Ciencia no tiene ninguna y sabor, todo el del mundo, sobre todo si nos curramos un buen sofrito con el que entonar el fondo de la cazuela. A partir de ahí, poca complicación añadida. Las lentejas tienen la maravillosa virtud de ser la única legumbre que no necesita remojado previo, lo cual nos permite que en apenas una hora podamos tener una cazuela con el sello de aprobación de madres y abuelas.

En este caso, además, es una receta de dieta porque no vamos a meter ninguna chacina o embutido. Si queréis, hacedlo, pero en puridad diríamos que estas son unas lentejas viudas, pues solo llevan verduras.

Además, veréis que con el concurso del ajo y del pimentón, dos de los aderezos habituales en los chorizos, no hace falta añadir más potencia de la cuenta. Lo único que debemos hacer es poner en marcha el sofrito con cebolla, ajo, pimiento verde, tomate y zanahoria.

Cuando esté listo, incorporamos las lentejas y las patatas chascadas en trozos menudos, ponemos punto de sal, añadimos agua hasta cubrir y dejamos cocer tapadas durante unos 45 minutos o hasta que veamos que estén tiernas.

Después, el toque mágico del pimentón. En una sartén aparte calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra, agregamos el pimentón y retiramos rápido para que no se queme, añadiéndolo a nuestro puchero de lentejas et voila! ¡A disfrutar!

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