Hoy os enseñamos a preparar la receta de olla podrida de Burgos, el puchero castellano elaborado con judías rojas cuyo nombre deriva del poder energético que otorgaba a quienes lo probaban, denominándose olla poderida en el castellano antiguo, de donde derivó a podrida.
Se trata de un plato de cuchara basado en las legumbres, en el que intervienen distintas partes de carne de cerdo tales como costilla, oreja, rabos y manitas de cerdo adobadas, además de chorizos y la popular morcilla de Burgos, tradicionalmente morcilla de arroz.
El conjunto es un potaje maravilloso, lleno de sabor, que resulta perfecto para las zonas donde hace frío, y un plato de cuchara ayuda a entonarse y recargar energías para acometer una jornada completa. Recomendamos servirlo como plato único, dada su contundencia.
La noche anterior dejamos las judías rojas en remojo para cocinarlas por la mañana. Cuando vayamos a empezar, escurrimos las judías y las ponemos en una cacerola amplia, con una cebolla entera y la cabeza de ajos. Cubrimos con agua, añadimos una cucharadita de sal y cocemos hasta que las judías estén tiernas, unas dos horas aproximadamente.
Mientras tanto, en otra cazuela, cocemos las carnes de cerdo, exceptuando la morcilla que añadiremos más tarde para que no se nos rompa. Esta parte, la podéis hacer bien a fuego lento durante dos horas, guisa que te guisa, o bien en la olla exprés, durante 20 minutos.
Batimos los huevos con los ingredientes del relleno y los cuajamos en una sartén como si estuviéramos haciendo una tortilla francesa. Reservamos. Ponemos las carnes en la olla de las judías y agregamos el relleno y las morcillas. Agregamos parte del caldo de cocción de las carnes y cocemos el conjunto durante quince minutos, probando y rectificando de sal en caso necesario.
Ya tenemos lista la olla podrida pero si podemos, es mejor dejar reposar de un día para otro para que el guiso mejore, o al menos, dejar dos o tres horas para que los sabores se asienten y se intensifiquen, cosa que agradeceremos en cada cucharada.
Para servir, cortamos las carnes en trozos manejables y servimos en un plato de barro la cantidad deseada de olla podrida, dejando el resto en la olla o cazuela y las carnes aparte en una fuente para que cada comensal se sirva a su gusto.
Tradineur - Cazuela redonda de barro - Apta para vitro y horno - Ideal para guisos y asados caseros –Ø 16 cm
Con qué acompañar la olla podrida de Burgos
Un vino de vuestro agrado y un par de rebanadas de pan casero son suficientes para acompañar esta receta de olla podrida de Burgos que con su potencia saciante, recomendamos servir como plato único, con una pieza de fruta para el postre.
En DAP | Garbanzos con ternera
En DAP | Lentejas a la marinera