¿Conocéis el dicho "sólo sé que no sé nada"? Pues así me siento yo cada vez que descubro una receta nueva de la que no he oído hablar nunca. Especialmente me gusta descubrir preparaciones típicas de nuestra geografía, como esta receta de ochíos u hochíos.
Según se cree, estos antiguos panecillos de aceite y matalahúva, deben su nombre por ser la octava parte de la masa de un pan.
Los ochíos dulces (espolvoreados con azúcar) son típicos de Jaén, y los salados (espolvoreados con sal y pimentón), los que hoy nos ocupan, son típicos de Úbeda y Baeza.
Empezamos calentando el agua y la manteca en un cazo, sin que lleguen a hervir. Fuera del fuego, añadimos la levadura desmenuzada, el aceite y mezclamos todo bien con la ayuda de una cuchara.
En un bol ponemos la harina, la sal y el anís. Mezclamos y hacemos un hueco en el centro en el que pondremos los líquidos. Amasamos bien hasta conseguir una mezcla lisa y uniforme que se despegue de las paredes.
Hacemos una bola con la masa y la colocamos en un recipiente limpio untado con un poco de aceite, tapamos con papel film y dejamos reposar hasta que doble su tamaño. Amasamos para sacar el aire y dividimos la masa en ocho porciones a las que damos forma de bola.
Colocamos las porciones en una bandeja cubierta con papel de hornear, las pintamos con aceite y las espolvoreamos con sal y pimentón Las dejamos reposar de nuevo hasta que doblen su tamaño y la horneamos a horno precalentado a 180º unos 30 minutos.
Jaén, Úbeda y Baeza (GUIARAMA COMPACT - España)
Con qué acompañar los ochíos
Según he podido averiguar, los ochíos salados se acompañan de morcilla en caldera, habas verdes o bacalao salado, pero lo cierto es que tienen que estar deliciosos con cualquier relleno. Nosotros los comimos para merendar, con chorizo. Nos gustaron tanto que no tardaré en repetirlos.
En Directo al Paladar | Pan de yema oaxaqueño. Receta mexicana
En Directo al Paladar | Receta de pan de molde con buttermilk o suero de leche<