Ya sabéis que me encanta hacer pan en casa y casi todos los fines de semana aprovecho que tengo más tiempo libre para hacerlo despacio, dándole tiempo a hacer las fermentaciones necesarias para conseguir ese sabor tradicional y auténtico. Hoy quiero enseñaros a preparar el pan pavé o adoquín de pan, un pan sencillo en formato individual que os vendrá muy bien para hacer bocadillos, desayunos o para racionar la cantidad a la hora de comer.
Se trata de un pan tierno en el interior y con corteza muy crujiente, que lleva un toque de miel entre los ingredientes y que con su greñado en forma de cruz y su toque extra de harina cruda antes de hornear queda muy bonito y apetecible. Poneos en modo #panarra y vamos a prepararlo.
Mezclar bien los ingredientes amasando durante unos diez minutos si lo hacéis con máquina o trabajando con paciencia si lo hacéis a mano. Para ello diluid la levadura y la miel en el agua e id agregando la harina con la sal poco a poco.
La masa es ligera al principio y puede resultar un poco pegajosa pero tras un amasado paciente se vuelve muy manejable. Una vez hecho el amasado, dejad la masa a temperatura ambiente -unos 25ºC- durante una hora para que fermente en bloque.
Extender un poco de harina en la encimera y dividir la masa en porciones cuadradas de aproximadamente 75 g, colocando cada porción en la bandeja del horno para hacer una segunda fermentación a 30º con un 80% de humedad durante una hora. Si tenéis un horno moderno podéis hacerlo con la función de levantar masas. Si no, podéis dejar los adoquines o panes pavé cerca de la calefacción o junto a una fuente suave de calor.
Espolvorear las manos con harina y pasarlas por cada pan pavé para darle toque de harina cruda al hornear. Hacer unos cortes o greñado con forma de cruz en las diagonales del adoquín y proceder a hornear los panes hasta que estén tostados. Será necesario hornear a 220ºC con función vapor durante unos 20 minutos.
Como todos los panes, esperar a que se enfríen antes de proceder a comerlos, para que se terminen de cocinar en su interior. Así se consigue una corteza bien crujiente y una miga alveolada y suave que es de lo que se trata. Si queréis congelarlos, podéis interrumpir la cocción tras 10 minutos y guardarlos ya para terminarlos el día que los vayáis a comer. Es cómodo y práctico.
Con qué acompañar el pan de pavé o adoquín de pan
El pan de pavé o adoquín de pan es un panecillo en formato individual que resulta estupendo para tomar con tomate, aceite de oliva y jamón a la hora del desayuno o para servir a la hora de la comida o la cena como pan de ración. Disfrutadlo en el Día Mundial del Pan y en cualquier otro día del año.
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