El buen pan jamás falta en mi casa, y desde hace años procuro que siempre sea casero. Tengo debilidad por las piezas medianamente grandes, integrales y con cereales como el centeno, más contundentes y húmedos, pero de vez en cuando me gusta preparar panecillos blancos individuales como estos con semillas de amapola y sésamo negro, estupendos para acompañar la comida o para tomar en el desayuno.
La receta es bastante sencilla y por tanto muy recomendable para los que se están iniciando en el apasionante mundo del pan casero. Si todavía no hace mucho frío o tenemos tiempo suficiente, recomiendo reducir la cantidad de levadura fresca a 20 g o menos, tardarán un poco más pero saldrán más sabrosos y con mejor textura. En cualquier caso, es una buena masa tanto para tratar a mano como para usar amasadora.
Disponer en un cuenco mediano las dos harinas, mezclar con la sal y formar un hueco en el centro. Añadir el aceite de oliva y el agua templada. Echar la levadura seca o fresca desmenuzada, y mezclar añadiendo poco a poco harina al centro. Trabajar todo hasta tener una masa sin grumos secos y dejar reposar tapado 10 minutos.
Amasar a mano o usando una máquina hasta tener una masa lisa, suave y elástica, durante unos 10-15 minutos. Formar una bola y colocar en otro cuenco ligeramente engrasado con aceite. Tapar con plástico film y dejar levar hasta que doble su tamaño, alrededor de hora y media o dos horas.
Precalentar el horno a 220ºC y forrar una bandeja grande. Deshinchar ligeramente la masa, pesar y dividir entre 8. Separar porciones del mismo peso, amasar cada una un poco y formar bolas de panecillo. Disponer separados en la bandeja preparada.
Mezclar en un plato hondo las semillas y en un cuenco la maizena con el agua y un poco de sal. Pintar con esta mezcla los panecillos, usando un pincel, y hundir en el plato para que se peguen las semillas. Realizar un corte en forma de X o cruz en cada uno y llevar al horno. Hornear durante unos 15-20 minutos, reduciendo la temperatura a 200ºC pasados 5 minutos. Tienen que quedar sólo ligeramente dorados.
Con qué acompañar los panecillos
Los panecillos con semillas de amapola y sésamo negro hay que tomarlos una vez se hayan enfriado, pero están mejor en el mismo día en que se hayan horneado. De todas formas, aguantan tiernos uno o dos días si se guardan bien, y están muy ricos si se abren por la mitad y se tuestan un poco. También es buena idea envolverlos individualmente y congelarlos.
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