Como seguro te habrás dado cuenta, las panaderías y pastelerías que venden roscas de reyes están a tope de clientes en todos lados, y seguro te habrás dado cuenta también de que todo mundo está volcado comprando la suya, y para que consigas una seguro debes hacer una fila larga y tediosa. Así que, ¿Por qué no hacer tu propia Rosca de Reyes en casa? La receta es sencilla, aunque laboriosa, pero el resultado será exquisito debido a que tendrá sabor de casa.
Las raíces de la rosca de reyes se remontan a las Saturnales romanas, festividades dedicadas al dios Saturno, donde se celebraba la fertilidad y la abundancia. Durante estas celebraciones, se acostumbraba esconder una moneda dentro de un dulce, y quien la encontrara era coronado rey por un día.
Con la llegada del cristianismo, esta costumbre evolucionó y se adaptó a la celebración de la Epifanía, el día en que los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. La rosca de pan dulce pasó a simbolizar la corona de los Reyes Magos y el amor infinito de Dios.
La tradición llegó a México durante la época del Virreinato y se fusionó con las costumbres locales. Aquí, la rosca adquirió un significado especial, ya que se comenzó a esconder un pequeño muñeco que representa al Niño Jesús.
El Niño Jesús escondido simboliza la huida de la Sagrada Familia a Egipto para escapar de Herodes. Quien encuentra el muñeco se convierte en el "padrino" del Niño Dios y tiene la obligación de organizar una fiesta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, donde se ofrecen tamales y atole.
Cómo hacer Rosca de Reyes casera
En un bowl mediano colocamos media taza de leche tibia. Espolvoreamos 11 gramos de levadura y mezclamos con un tenedor, hasta que ésta se disuelva. Dejamos reposar 10 minutos, hasta que se le formen burbujas.
A esta mezcla agregamos 1 cucharada de harina, revolvemos perfectamente y cubrimos el recipiente en un lugar cálido, hasta que la mezcla duplique su volumen.
En un bowl grande mezclamos 50 gramos de harina, 170 gramos de azúcar y una pizca de sal. Luego agregamos tres huevos enteros, media taza de leche, el extracto de naranja y 135 gramos de mantequilla. Luego agrega despacio la ralladura de naranja. Integra todo perfectamente. Después agrega la mezcla de la levadura y revuelve.
Sobre una superficie de madera enharinada empieza a amasar. Al principio la masa se te quedará en los dedos, luego irá poniéndose más tersa y no se pegará. Recuerda que debe quedar húmeda y elástica.
Pon esta masa en un recipiente untado con mantequilla, tapa con un trapo húmedo y limpio y deja reposar hasta que la esfera de masa haya crecido al menos el doble de su tamaño original. Esto tardará cerca de media hora.
Saca del recipiente la masa y comienza a amasarla de nuevo en una superficie nuevamente con harina. Una vez que la tengas lista, hazla una bolita y realiza un hueco en el medio. Ve dándole forma con tus manos.
Lleva tu masa a una charola grande para hornear, previamente untada con mantequilla. Cubre con otro paño húmedo y deja reposar por 40 minutos más.
Bate un huevo y barniza la rosca.
Mezcla 50 gramos de manteca, 50 gramos de azúcar glass y leche. Revuelve perfectamente, hasta que se haga una masa. Extiéndela y córtala en tiras de cinco cm de ancho por 15 de largo.
Coloca estas tiras sobre la rosca, de la misma forma que lo hagas con los ates de diferentes sabores que también debes cortar en julianas.
Este es el momento en el que debes insertar los muñequitos. Pon los que tú decidas. Luego trata de cerrar perfectamente los orificios que haya dejado cada uno de ellos.
Espolvorea la rosca con azúcar. Hornea por 20 minutos a 180 grados y, pasado este tiempo, sácala, déjala enfriar y sirve a tus invitados con un chocolate caliente.
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