Puede que los defensores de los largos levados para obtener panes casi perfectos se lleven las manos a la cabeza después de ver esta receta de pan de molde sin amasado, pero os aseguro que para un caso de urgencia o si nos da pereza amasar durante largo rato, este pan está estupendo.
Lo volveré a repetir dándole al pan una forma distinta, aunque siempre será necesario un molde pues la masa es bastante líquida y tendremos que evitar que se derrame. Os propongo usar frutos secos, como pipas o nueces troceadas para enriquecer la masa en lugar de hierbas aromáticas.
Empezamos calentando ligeramente el agua y deshacemos en ella la levadura. Añadimos el aceite, la mitad de la harina y 1/2 cucharadita de sal y removemos con una cuchara de madera. Añadimos el resto de harina y removemos de nuevo hasta que esté todo unido.
Engrasamos un molde de plum cake con un poco de aceite, lo forramos con papel de horno y vertemos en él la mezcla de pan. Espolvoreamos la superficie con el resto de sal y las hierbas aromáticas. Dejamos reposar en un lugar cálido hasta que la masa llegue al borde del molde. Por último, horneamos unos 40 minutos a horno precalentado a 200ºC.
Con qué acompañar el pan de molde sin amasado
Esta receta de pan de molde sin amasado me parece estupenda para desayunar o merendar. A mí particularmente me encanta tostarlo ligeramente por ambos lados antes de acompañarlo con un buen aceite de oliva y un poco de queso. Se me hace la boca agua sólo de pensarlo.