Si no conocéis esta receta, os va a resultar sorprendente, sabrosa y deliciosa. Se trata del Ximo de Castellón, el bocadillo típico que se suele tomar en las fiestas de la Magdalena, que es absolutamente adictivo. También se conoce como Chimo o Chimet.
Se elabora con unos panecillos especiales, de corteza muy fina, a los que se vacía la miga para poderlos rellenar bien. Después se humedecen ligeramente con leche, se pasan por huevo y se fríen, vamos, como si fuera una torrija. ¿No os sorprende? Pues están deliciosos.
El relleno de los panes se suele hacer con atún y una especie de pisto de tomate, cebolla y pimiento, al que se suelen agregar piñones. También hay quien lo rellena solamente con tomate, atún y huevo, pero de todas las formas, los ximos están buenísimos.
Comenzamos picando la cebolla y pochándola. Cuando está bien blandita, agregamos el tomate triturado y dejamos que se fría y reduzca, para conseguir una buena salsa de tomate frito. Dejamos enfriar y añadimos los piñones. Mientras tanto, podemos cortar la punta a los panecillos, reservarla para después y sacar la miga con ayuda de una cucharilla.
Picamos también el huevo duro, un poco de pimiento rojo asado -puede ser de conserva- y el atún añadiendo todo al tomate y mezclando bien para conseguir la farsa con la que rellenaremos los panecillos. Si os sobra, es estupenda para hacer huevos rellenos, empanadillas y otros platos similares.
Rellenamos los panecillos y los tapamos con el extremo que habíamos cortado. Podéis meterlo del revés o ponerlo en su forma original, según vuestras preferencias, asegurándolo después con un palillo, como podéis ver en el collage que tenéis a continuación.
Humedecemos ligeramente los panecillos rellenos en leche, -no demasiado para que no se deshagan- los pasamos por huevo batido y los freímos en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, retirándolos en cuanto se empiezan a dorar.
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Con qué acompañar los Ximos de Castellón
Para acompañar estos deliciosos bocadillos tradicionales, los ximos de Castellón puedes servirte una cerveza bien fría o un vino de la tierra, que te hará disfrutar aún más de esta deliciosa combinación de ingredientes, que se pueden tomar calientes, recién hechos, templados, o fríos, incluso hechos de un día para otro.
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