Cuando busqué los gallets para hacer la receta de escudella catalana, encontré una variedad de pasta llamada lumaconi, en formato grande. Para las comidas de estos días, me ha apetecido usar estas caracolas de pasta rellenas de salsa boloñesa, una receta familiar que además podéis congelar por raciones.
Además, para que cundan más -con cuatro por persona ya vais bien servidos- he preparado este plato cubierto de una salsa bechamel ligera o clarita y después lo he gratinado tras cubrir la pasta y la salsa con queso rallado. ¿Quién se podrá resistir?
Nuestra primera tarea es preparar una buena salsa boloñesa tradicional. Seguid las instrucciones que os indicamos en la receta y la tendréis lista para esta elaboración o para hacer lasaña, mousaka, fetuccini, y muchos otros platos similares.
Mientras se hace la salsa boloñesa, ponemos a cocer las caracolas de pasta o lumaconi. Como son grandes y aumentan mucho de tamaño, os recomiendo cocer estas piezas de pasta en tandas, y así podréis ir rellenando las que están mientras se cuecen las siguientes.
Con una cucharilla es fácil rellenar bien las caracolas para que tengan boloñesa procurando que llegue a todo su interior. Una vez rellenas, las vamos colocando en la fuente del horno, procurando que se vayan alineando para que luego sea más fácil servir.
Una vez dispuestas las caracolas de pasta rellenas en la fuente de horno, las cubrimos con una salsa bechamel clarita como cuando hacemos la receta de canelones a la Rossini. Después espolvoreamos con queso rallado abundante, unas hojitas de orégano y metemos al horno, dejando que estén 15 minutos a 180ºC y después gratinando durante 3 ó 4 minutos para que tenga un bonito aspecto dorado.
No os preocupéis si os sobra porque este plato se puede congelar y se recalienta perfectamente utilizando el microondas, por lo que puede ser una buena opción para cocinar hoy muchas raciones e irlas sacando cuando nos venga mejor para comer.
Con qué acompañar las caracolas de pasta rellenas de salsa boloñesa
Como ya os he contado, esta receta es un plato que sacia bastante por lo que con cuatro caracolas de pasta rellenas de salsa boloñesa tenéis bastante incluso como plato único. Podéis servir esta receta de pasta acompañada de una ensalada refrescante de tomate y aguacate a la albahaca, para completar el menú.
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