A lo largo de mi vida he visto infinidad de tipos de pasta (larga, corta, seca, fresca, rellena, etc) y la he comido y cocinado de muchas maneras (hervida, al horno, frita, entre otros). Sin embargo, nunca se me había ocurrido cocer la pasta dentro de su propia salsa, hasta ahora -claro-, y el resultado me ha fascinado.
Con esta técnica, no solo la pasta queda perfecta y la salsa cremosa, sino que nada más ensuciamos una cazuela. Y eso me parece la bomba. Esta pasta en salsa cremosa de tomate es una de las muchas que se pueden hacer mediante esta fórmula. El tomate se puede sustituir por pesto, el queso crema por nata líquida y el resultado es igual de asombroso. No esperéis a probarlo.
Cortamos la pechuga de pollo en pequeños dados, los salpimentamos y los sofreímos en una cazuela amplia con un poco de aceite de oliva. Agregamos la pasta de nuestra elección, que en este caso han sido macarrones, y removemos hasta engrasar. Añadimos la salsa de tomate y el caldo de ave caliente.
A continuación, incorporamos el queso rallado, sazonamos si fuera necesario (esto dependerá del caldo), removemos y tapamos. Dejamos cocer a fuego medio durante el tiempo que indique el fabricante de pasta. Cuando quede un minuto del final, agregamos el queso crema, removemos y, al acabar la cocción, servimos inmediatamente.
Pasta en salsa cremosa de tomate
Dependiendo de la cantidad que nos sirvamos, esta pasta en salsa cremosa de tomate puede servir de primer plato o de plato único. Es bastante completa, de modo que mejor ser prudentes a la hora de servirse y, por supuesto, consumirla a la hora de la comida. Es un plato para toda la familia de cuya cremosidad y sabor disfrutar juntos.
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