Cuando quiero cenar rico sin pasar tanto tiempo en la cocina, esta deliciosa receta con queso y jamón me salva el día

Inspirado en un platillo italiano, pero más fácil de preparar

lasaña
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Aunque deliciosa, la comida italiana puede resultar muy laboriosa, es por eso que trato de reducirla al máximo en mis menús semanales porque, simplemente, a veces el tiempo no me da. Pero hoy es la excepción, y qué mejor que hacerlo con esta lasaña de jamón, queso y pesto que se convierte en una cena deliciosa sin demasiado esfuerzo.

En mi casa el resultado nos ha gustado mucho a todos y a mí por partida doble. No sólo porque tiene un sabor delicioso, sino porque, con muy poco trabajo en la cocina, ahora puedo contentar a mi familia y poner sobre la mesa uno de sus platos favoritos.

Para comenzar con esta receta partimos de la base de que ya tenemos listas las salsas, la salsa de tomate, bechamel y el pesto de albahaca, y de que las láminas de lasaña que vamos a utilizar son de las que se pueden hornear sin previa cocción ni remojo. Entonces, el proceso de elaboración de este plato es mínimo.

Cubrimos la base de una fuente de horno con la salsa de tomate y, sobre ella, colocamos dos láminas de lasaña. Extendemos el jamón en lonchas o rebanadas sobre las láminas de lasaña, de manera que cubra toda la superficie.

Hacemos lo mismo con el queso en lonchas. Disponemos un poco de pesto sobre el queso y regamos con un par de cucharadas de salsa bechamel. Repetimos la operación hasta terminar con seis láminas de lasaña. Regamos el conjunto con el resto de la salsa bechamel, espolvoreamos con el queso emmenthal rallado e introducimos en el horno.

Cocemos a 220 ºC durante 25-30 minutos o el tiempo que indique el fabricante de la lasaña. Transcurrido este tiempo, retiramos del horno y dejamos atemperar 15 minutos antes de servir.

Nota. Es importante que la salsa bechamel sea bastante ligera para que las láminas de lasaña se hidraten durante el tiempo de horneado y el resultado sea una lasaña jugosa y bien cocida. Nos aseguraremos de que así sea utilizando 25 g de mantequilla y 25 g de harina, para 500 ml de leche.

¿Con qué acompañar la lasaña de jamón, queso y pesto?

  • Ensalada Caprese: Tomate, mozzarella fresca, albahaca y un toque de aceite de oliva.
  • Pan de ajo: El clásico pan de ajo, crujiente por fuera y suave por dentro, complementa perfectamente el pesto.
  • Vino blanco: Un Sauvignon Blanc o Pinot Grigio equilibra los sabores del queso y el pesto.
  • Tiramisú: Ligero y cremoso, perfecto después de una comida rica.

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