Ya os he presentado varias ensaladas, y claro, en esta época es básicamente de lo que me alimento. Más sencillas, más completas o más ligeras, pero en casa no pueden faltar a diario. Esta ensalada de pasta veraniega es una de mis preferidas, ya que aun siendo tan fácil como el resto, es de las más deliciosas por su combinación de ingredientes.
Por supuesto, los ingredientes los podéis ajustar a vuestro gusto y la cantidad de salsa o aliño es muy personal. Como a la pasta le añadimos sal al cocerla, y el resto de ingredientes ya la contienen en su composición, no añado más al montar la ensalada. Os cuento tal cual me gusta a mí, pero me encantaría saber vuestras variantes o toques personales.
Cocemos los fusilli en abundante agua hirviendo con sal. Escurrimos y pasamos la pasta por el chorro de agua fría. Rociamos con unas gotas de aceite de oliva. Colocamos la pasta en una ensaladera amplia.
Picamos en taquitos regulares el fiambre de pechuga de pavo y lo agregamos a la ensaladera. Añadimos el bonito, las aceitunas verdes y negras, un poco de mayonesa y mezclamos con cuidado.
Troceamos los tomates secos y los echamos en la ensalada. Por último, y justo cuando presentemos, añadimos las alcaparras. Servimos muy fría.
Con qué acompañar la ensalada de pasta veraniega
La ensalada de pasta veraniega es perfecta para los días en los que el calor aprieta. Se conserva perfectamente un par de días en perfecto estado, y para los que coméis en la oficina, o estáis ya en la playa, es ideal para llevar en el túper.