El nombre italiano de esta receta de pasta es un poco engañoso, pues es un plato muy popular en Suiza pero casi desconocido en Italia. No hay que olvidar que es una de las lenguas cooficiales del país helvético, y que a los suizos les encanta la pasta, teniendo incluso variedades propias. En este caso, las "cinco pes" corresponden a los ingredientes: panna (nata), pomodoro (tomate), parmigiano (parmesano), pepe (pimienta) y prezzemolo (perejil). Lo mejor es que se preparar en un momento y está bien rico.
Tradicionalmente se prepara con penne rigate, plumas o macarrones estriados, aunque realmente podríamos aprovechar cualquier pasta de la despensa, preferiblemente corta. Es fácil averiguar por qué es una receta tan popular entre los suizos, especialmente en familias con niños, pues es tremendamente sencilla, apta para casi todos los paladares, y admite muchos toques al gusto de cada casa.
Poner a calentar abundante agua con sal para cocer la pasta. Lavar y secar muy bien el perejil, y también los tomates cherry si se van a usar. Picar a cuchillo la hierba y cortar en cuartos los tomatitos. Poner estos a dorar en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal, removiéndolos de vez en cuando.
Calentar en una cazuela o sartén ancha la nata líquida con una pizca de sal, unos golpes generosos de pimienta negra recién molida, un toque de nuez moscada rallada, y ajo en polvo al gusto (opcional). Añadir el tomate concentrado y remover bien para integrar.
Pasados un par de minutos, echar el queso parmesano recién rallado y el perejil, y mantener el fuego suave. Cocer mientras tanto la pasta un minuto antes de lo que indique el paquete para dejarla al dente; escurrir y añadir a la salsa, reservando el agua.
Agregar los tomatitos, removiendo suavemente, y corregir la textura de la salsa echando pequeñas cantidades del agua de cocción de la pasta, hasta dar con el puto deseado. Repartir en platos, añadir más pimienta o queso al gusto, y servir inmediatamente.
Con qué acompañar la pasta a las cinco "p"
Los platos de pasta son bastante saciantes si servimos raciones generosas, y estos macarrones a las cinco p constityen un almuerzo más que satisfactorio para el que solo necesitaremos sumar una ensala ligera que tenga algo de proteína magra, para completar. Por ejemplo, un poco de salmorejo de Iznájar, o zorongollo.
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