Hay una cosa en la que envidio a los angloparlantes: la facilidad para poner nombre a las cosas. Por ejemplo, esta receta de pasta a la cazuela se llama en inglés "one pot pasta" --he adaptado una receta del muy recomendable Dammn Delicious-- que es mucho más preciso que el nombre en castellano, porque la particularidad de esta receta es que todo se prepara en la misma olla y al mismo tiempo, hasta la pasta.
Sí, yo también me quedé de piedra mientras lo leía, pensando que igual no estaba entendiendo bien, pero la imagen era inequívoca: todos los ingredientes se meten en la cazuela y se cuecen a la vez, dando como resultado un plato de pasta tan curioso de preparar como delicioso de comer. ¡Y la pasta queda al dente!
La clave para que esta pasta a la cazuela salga bien es respetar la proporción de pasta y agua, para que no se quede caldosa ni la pasta se quede dura, que sería un desastre. Todo lo demás es súper fácil y extremadamente limpio y rápido.
Lo único que debemos hacer es poner todos los ingredientes en un olla. La cebolla la cortamos en juliana, los tomates cherry por la mitad y los dientes de ajo los chafamos. Añadimos el agua, un poco de sal, pimienta y un chorrito de aceite. Lo único que reservamos es el parmesano.
Por último, ponemos la olla al fuego y, en cuanto el agua rompa a hervir (que será enseguida al haber tan poca) empezamos a contar el tiempo que necesite la pasta según indique el paquete. En mi caso, en 10 minutos la pasta estaba lista y todo el agua se había absorbido. Sólo había que añadir un toque de parmesano y ¡a comer!
Con qué acompañar la pasta a la cazuela
Además de ser ligera y estar buenísima, la receta de pasta a la cazuela es súper fácil de preparar, y además manchas menos. No hace falta ni escurridor, ni una sartén para la salsa...na-da. Todo a la olla y de la olla al plato. Es una maravilla.
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