Para hacer estos deliciosos rigatoni con salsa boloñesa, quizás la labor más complicada sea encontrar los rigatoni, una variedad de pasta similar a los penne rigate o macarrones rayados pero de mayor tamaño, que hoy están disponibles en la mayoría de grandes superficies en las marcas de pasta más prestigiosas.
Esta variedad de pasta de tamaño grande en combinación con una salsa boloñesa espesa y abundante, nos proporciona un plato de pasta clásico y tradicional italiano, que hará las delicias de grandes y pequeños en casa a la hora de la comida. Este plato destaca por la reducción que se hace a la salsa para que sea muy espesa, siendo más una carne especiada con tomate y otras verduras, que una salsa de tomate con carne.
Por más que en nuestro país sea frecuente asociar la salsa boloñesa a los espaguetis o a los fetuccini, lo normal en Italia es usar otro tipo de pasta para acompañarla. Esta salsa tradicional de Bolonia, se sirve en la mayoría de los restaurantes italianos con pasta corta y hueca, nunca con variedades de pasta larga. Lo ideal es servirla con penne o rigatoni porque la carne se cuela en los agujeros y el tomate se queda adherido en las rayas de la pasta.
Comenzamos preparando una salsa boloñesa auténtica. Para ello picamos muy bien la cebolla, zanahoria y apio, y los rehogamos en una sartén amplia para iniciar la salsa boloñesa. Después agregamos la carne picada, y cuando cambia de color, los tomates pera, también muy picados y seguimos pochando.
Continuamos agregando el vino blanco y tras remover, añadimos un vaso de agua y el tomate concentrado, y dejamos que la boloñesa o ragú se vaya haciendo muy despacio, mientras va espesando poco a poco. Cuando tengamos casi preparada esta salsa concentrada de carne, ponemos a cocer la pasta en una cacerola con abundante agua y una cucharada de sal.
Escurrimos la pasta y la ponemos sobre la salsa boloñesa, agregando medio cacito del agua de cocción de la pasta, y salteamos el conjunto de forma que la pasta se termine de cocer y la salsa absorba el líquido, volviendo a quedar bien espesa.
Servimos inmediatamente la pasta para que llegue en su punto a la mesa, espolvoreando con un poquito de parmesano molido y decoramos con un ramillete de albahaca. Llevamos a la mesa un molinillo de pimienta para que quien quiera pueda añadir una o dos vueltas sobre su plato.
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Con qué acompañar los rigatoni con salsa boloñesa
Para acompañar esta receta de rigatoni con salsa boloñesa, os proponemos una ensalada de burrata con tomates secos como entrante y terminar con este plato como principal. No será necesario postre, si acaso, una pieza de fruta para completar el menú.
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